Análisis: Dark Void

Escrito por en Análisis - 27 enero, 2010

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Dark Void nos pone en la piel de William August, un piloto de la segunda guerra mundial que estrella el avión en el que viajan él y su novieta (ya sabéis, típica relación amor/odio que tanto vende) en el Triángulo de las Bermudas. Una vez allí, descubren que la humanidad ha estado controlada desde sus orígenes por una raza alienígena que actualmente está confinada en “El Vacío”, un lugar muy marrón y “next gen” al que se accede a través de un agujero en el suelo del propio Triángulo de las Bermudas. O eso es lo que he podido entender, porque la narrativa de Dark Void es tan desastrosa que enterarse de por qué disparas y a quién disparas debería ser un logro de treinta puntos.

Pero bueno, estamos en un videojuego de acción. Al fin y al cabo no debería resultar difícil correr un tupido velo sobre la floja historia, los insípidos personajes y la incomprensible narrativa. Por desgracia desde el primer minuto de juego tenemos la terrible sensación de que una buena ambientación se está desaprovechando delante de nuestras narices. Y eso, queridos amigos y lectores, en una generación saturada de videojuegos-producto sin carisma, es una auténtica pena. Cierto es que probablemente no estaría lloriqueando por lo que podía haber sido y no fue si Dark Void no fuese un juego de Capcom, pero que queréis que os diga, me esperaba algo más de un producto con su sello. Es algo parecido a lo que sucedió con Bionic Commando: el juego no era tan malo (de hecho, argumento aparte, a mi me gustó), pero no estaba a la altura ni de Capcom, ni mucho menos del título original.

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Nikola Tesla y los indigenas: amigos inseparables

Oportunidades desaprovechadas al margen, el juego de Airtight Games y Capcom ofrece la tan manida y desgastada jugabilidad de Gears of War, combinada con el innovador sistema de “cobertura vertical” y fases de vuelo con nuestro jet-pack. La primera de las novedades funciona exactamente igual que el sistema de coberturas normal, pero con más limitaciones; ya que solo podemos avanzar de un parapeto al siguiente y movernos ligeramente a los lados. La segunda de las novedades funciona bastante mejor, por desgracia entre que el sistema de “auto apuntado” no “auto apunta” y que yo soy un paquete en los juegos de aviones, he terminado hasta los mismísimos de intentar derribar navecitas. Claro que siempre puedes abordar a tus enemigos y apoderarte de su vehículo mediante una serie de “quick time events”, pero como os podéis imaginar no es mucho más divertido. Y es que no me cansaré de decirlo: los QTE molaban en Shenmue o Die Hard Arcade. Diez años más tarde ya no hacen ni puñetera gracia.

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Así maté al 80% de enemigos del juego

Como no podía ser de otra forma, el apartado técnico es tan mediocre como el resto del juego, con unos gráficos que oscilan entre lo decente y lo indecente, y un diseño de personajes que va de lo estereotípico a lo olvidable. De hecho, me atrevería a asegurar que otro juego de Capcom para una consola presuntamente inferior (RE: Darkside Chronicles, Wii) tiene un apartado técnico bastante mejor (eso duele). La música, sin embargo se deja escuchar y el doblaje no está mal del todo; pero claro, una buena música y un doblaje decente no salvan a Dark Void de la mediocridad más absoluta.

Para colmo de males Dark Void es de esos juegos en los que NO te puedes saltar los pantallazos introductorios, por lo que cada vez que inicias el juego tienes que comerte 1 minuto de logos por lo menos. Y no exagero: en la versión PC (la analizada), primero te muestran la imagen promocional de Dark Void, después el logo de Capcom, el de Airtight Games, el del Unreal Engine, el de Nvidia Physix y el del propio juego. Fijaos si es molesto que ni siquiera enciendo de nuevo el juego para comprobar si me he dejado alguno.

La conclusión, como a estas alturas habréis podido adivinar, es que el juego es muy mediocre. Nada en él es destacable y nada es especialmente aborrecible. Lo jugaréis, pasaréis algún buen rato volando, lo terminaréis y lo olvidaréis. Ni más ni menos.

5

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