Podría haber optado por criticar recetas del Cooking Mama o parloteado sobre todos los videojuegacos que me he pateado durante mi larga ausencia por esta gloriosa casa; pero me he dicho “qué cojones, PES ha cumplido 20 años y eso ya es una buena excusa”. Tras el salto, mi opinión sobre la entrega de este año. Por cierto: Hola a todos, un placer muy burro escribir de nuevo en EPI.
Cuando tenía diez años, año arriba año abajo, me pasaba horas y horas jugando a los Actua Soccer, Kick Off y Strikers de la época. Incluso le echaba alguna que otra tarde al simulador de los PC Fútbol. Todos ellos, pese a tratarse de juegos de fútbol, eran diferentes. Saber hacer un movimiento concreto en Actua Soccer 2 no garantizaba una mierda en Striker 96 y viceversa. Las diferencias entre un título y otro eran muy grandes, y había que adaptarse. Sin embargo, por más que cambiaba de juego, una cosa siempre permaneció inalterable: mi narración de los partidos a grito pelado.
¿Por qué el populacho sigue comprando los mismos juegos año tras año sin pararse a pensar en que están jugando a lo mismo pero con una terminación en el nombre diferente?
Ya nos lo dijo Kirkis el otro día: ¡Guitar Hero ha muerto! ¡Larga vida a Guitar Hero! Se veía venir, pero no es la única saga cuya continuidad peligra si los resultados de ventas no acompañan. ¿Queréis unas cuantas más? Tras el salto, unas cuantas sagas con peligro de auto-combustión:
No tengo ni puñetera idea de qué dicen aquí y muy posiblemente vosotros tampoco, pero debe ser algo muy raro. No ya porque en las fotografías aparezcan un par de japoneses disfrazados de jugadores del FC Barcelona y otro de Diego Armando Maradona, sino porque no hay asiáticas macizas ligeras de ropa por medio, algo obligatorio por ley en todo evento celebrado en Japón. Además, creo, porque es imposible estar seguro, que uno de ellos (el de la nariz postiza) va disfrazado de Puyol. ¡Mundo bizarro!
Videojuegos, tragaperras en el bingo, café y copa, todo vicio; teleadicción, revistas del corazón, peluquería, todo vicio; salir a follar pagando con cualquiera que no sea tu mujer; ir a la peña a cubatear y el fútbol como fuente de lucidez. Sin vicio no puedo estar, vicio, vicio; sin vicio no quiero ná, en tu casa.
Reincidentes – Vicio
