Cuando uno lee un argumento que reza tal que así es normal que se quede sorprendido: «MechaNika es una aventura gráfica en la que acompañarás a Nika, una niña muy lista que no encaja en el mundo que la rodea. Quizás sea porque guarda en la mochila una petaca de cacao con un chorrito de coñac». Bien, no creo que nadie se esperara eso. Pero para algo está el maravilloso mundo de los videojuegos, para traernos argumentos locos que en otros medios artísticos quizás no pudieran ser reproducidos. Para eso está Mechanika, para traernos una aventura gráfica algo diferente a lo que estamos acostumbrados.