La Wii no es tan mala como nos la pintan. Acostumbrado a las instalaciones y actualizaciones de la PS3, meter un juego por primera vez en la consola y estar jugando al minuto es un placer que se ha perdido para no regresar jamás… Durante esta semanita que llevo como nintendero forzoso, básicamente me he centrado en dos juegos. Os cuento un poco más tras el salto.
Aunque Andresito me haya plagiado descaradamente sin ni siquiera dignarse a pedirme permiso se haya inspirado en esta saga de artículos veraniegos, todos sabemos que el auténtico diario veraniego es el de Galious. ¿Por qué? Porque hay cerveza y no hay tíos en gallumbos.
Si hay algo que me ha quedado claro estos días es que, siendo trabajador autónomo, no digas muy fuerte la palabra “vacaciones” si no quieres que empiece a sonar el teléfono con llamadas de urgencia para que arregles marrones. A pesar de estas vacaciones medio jodidas, he podido rascar algo de tiempo para dedicarlo a los videojuegos. Tras el salto os cuento en qué he invertido mi tiempo. A partir de la semana que viene apago el móvil. Pesaos…