El Dark Souls de los 16bits

Retro Amor: Shadow of the Beast

Escrito por en Retro Amor - 3 junio, 2014

Se acerca el E3, y si hay un juego del que me gustaría saber algo más es del nuevo Shadow of the Beast para PS4 anunciado el año pasado. Aunque no espero más que un Hack & Slash con QTE’s a punta pala que aprovecha el tirón de un nombre conocido por los jugadores de 30 y pico que disfrutaron con el título de Psygnosis, el hecho de ser precisamente un jugador de 30 y pico que disfrutó con el título de Psygnosis hace que me sienta atraído por este renacimiento.

SotBgif

Si por algo es conocido Shadow of the Beast es por ser uno de los juegos más difíciles de los 16 bits. Como muchos otros juegos de la época, pasárselo del tirón podía durar poco más de media hora, pero para llegar a esa media hora era necesario pasar por un calvario de días, semanas o meses de práctica, aprendiendo la localización de enemigos y objetos necesarios para avanzar y no quedarse bloqueado en los acertijos que proponía el juego. Y todo eso sin posibilidad de guardar partida, passwords o continuaciones al perder todas las vidas. Si veíamos la pantalla de Game Over tocaba volver a empezar DESDE EL PRINCIPIO… Algo que la generación del Call of Duty, esa que recupera la vida tras estar un rato quietecico, nunca podrá llegar a comprender.

SOTB02A

Pero para mí, Shadow of the Beast era algo más que un juego difícil. Era un juego perturbador. En todos sus aspectos, era un juego que me daba mal rollete. Empezando por la historia del protagonista: un joven raptado desde niño que es transformado en una bestia cruel y despiadada por arte de brujería que recupera sus recuerdos y emociones al darse cuenta que el hombre al que acaba de sacrificar era su padre y a partir de ese momento decide reclamar venganza.

Después estaba esa portada, similar a las portadas de discos de música rara que tenía mí tío y a los cómics viejos de mi padre que encontré en el desván de casa y que tanto me gustaban porque salían tetas de vez en cuando, no como en los Mortadelos, y que estaban llenos de historias tan perturbadoras como el mismo Shadow of the Beast. También las criaturas y escenarios de pesadilla contribuían a que el conjunto fuera mucho más macabro que el resto de juegos que tenía entonces en mi Master System, mucho más coloridos e infantiloides que el título de Psygnosis. Podria decir que tenía la sensación de estar jugando a algo “para mayores”, algo que no estaba hecho para un chaval de 13 años como tenía cuando lo jugué.

Pero si hay algo que nos transportaba totalmente a un entorno mágico era la fantástica banda sonora. La música de Shadow of the Beast encajaba a la perfección con el ambiente deprimente del juego y contribuía a que cuando jugara al juego no me sintiera alegre, más bien compartiendo el dolor de la bestia que controlábamos durante la partida.

Aunque se le asocia con el Commodore Amiga, el éxito de Shadow of the Beast le llevo a casi todas las plataformas de la época, entre ellas las dos consolas de Sega, conversiones que pese a no llegar al nivel del original eran más que dignas y me permitieron disfrutar en casa de este título. Ahora falta saber si esta nueva versión conseguirá darme ganas de pillarme una PS4… ¿Estará a la altura?

SOTB03

We Need to Go Deeper, roguelike bajo el mar

Deep Dungeons of Doom