El Dark Souls para pobres

Deep Dungeons of Doom

Escrito por en Indiegencias - 2 junio, 2014

Normalmente me cuesta encontrar juegos para dispositivos portátiles que sean capaces de presentar propuestas consumibles en pequeñas dosis. Sin embargo, de vez en cuando aparecen joyitas como Deep Dungeons of Doom, una indiegencia pixelada de repartir guayas, espadazos y hechizos por una buena tanda de mazmorras del jodido averno.

Este título de los brasileños de Miniboss supone una pequeña vuelta de tuerca a los dungeon crawlers tradicionales. En un ambiente oscuro y rebonico que técnicamente queda a medio camino entre las producciones de 8 y 16 bits tenemos que recorrer una serie de mazmorras divididas en pantallas estáticas, teniendo que luchar en la mayor parte de ellas contra la fauna reinante de la zona. Para ello, Deep Dungeons of Doom usa un sistema de combate simple pero efectivo: solo tenemos que atacar o defendernos con un par de botones, cuyos efectos se verán reforzados (o no) por las estadísticas y objetos equipados de nuestro personaje. Eso sí, aquí no se trata de aporrear nuestra pantalla sin ton ni son, ya que debemos esperar a que nuestra barra de ataque se llene para poder efectuar la ofensiva, en una especie de simplificación extrema del sistema ATB. A su vez, conviene estar atentos de las acciones de nuestros oponentes y tener buen timing, ya que los ataques tendrán mayor o menor efecto dependiendo de las rutinas de cada enemigo y de cómo sepamos aprovecharlas.

Deep dungeons of doom 2

Si bien al principio contamos con el típico guerrero, al poco podremos escoger también a una hechicera y a un mercenario, teniendo cada uno su modus operandi propio en combate y diferentes maneras de evolucionar según vayamos avanzando. Aparte, decir que esta obra está bastante bien pensada para echar partidas rápidas: cada nivel suele durar unos pocos minutos, con lo que son más que perfectos para aprovechar tiempos muertos en cualquier trayecto corto que tengamos que hacer.

Para terminar, decir que posee una parte gratuita y disfrutable por todo quisqui, pero si queremos tener acceso a todas las fases que lo componen (una de ellas infinita) deberemos soltar poco más de dos euros en Google Play o en la Apple Store. También está disponible para Kindle Fire y Ouya, pero eso obviamente os importa un carajo (a menos que te llames Naeval, uno de los cuatro poseedores de Ouya en España).

Fuente: El señor Spider Jerusalem, ilustre donde los haya.

Retro Amor: Shadow of the Beast

Predicciones para el E3 2014