El mayor desafío de Sonya Blade

Kerri Hoskins, una heroína de verdad

Escrito por en Artículos - 1 noviembre, 2013

Los auténticos campeones, los titanes del día a día, son aquellos que más allá de las oportunidades que les brinda la vida para destacar y ser reconocidos, mantienen ese espíritu frente a todos los desafíos que se les ponen por delante sean del ámbito que sean. Kerri Hoskins parecía destinada no alcanzar ese estatus. Nacida en el seno de una humilde familia de siete hermanos, pasó de ser una modelo de Playboy a encarnar al personaje femenino más icónico del universo Mortal Kombat; y de ahí, por culpa de un durísimo varapalo familiar, a convertirse en una auténtica heroína mucho más fuerte que cualquier contendiente del Outworld. Esta es su historia.

La Midway más prolífica y ‘canalla’, que diría un fan de Loquillo, fue la de principios de los 90, en un tiempo donde el Motion Capture parecía ser el camino a seguir en detrimento del sprite tradicional. Aunque Williams (empresa matriz propietaria del estudio) ya había flirteado con esta técnica anteriormente en juegos como NARC, no fue hasta el catapúm de Ed Boon, John Tobias y compañía con su saga Mortal Kombat cuando empezó la MoCapxploitation que asoló los salones arcade hasta bien entrada la década y posterior asalto de las 3D al mundo del ocio electrónico.

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Kerri, entre número y número de la Playboy’s Book of Lingerie, probó suerte por otros derroteros, siendo su primer cameo digital el de animadora florero en el primer NBA Jam allá por 1993. Tanto les gustó a los de Midway las ‘aptitudes’ de la chavala que un año después se puso en la piel de la comandante Helga como villana del arcade de disparos Revolution X, compartiendo protagonismo con el mismísimo grupo Aerosmith. Dicen por ahí que Steven Tyler intentó sorberla bucalmente cual experimento del Dr. Gero sin éxito mientras ella interpretaba el papel de babe roza-cebolletas en una sesión de captura.

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Aún así, todo esto era la antesala del mito erótico que gastó tantos rollos de papel higiénico sobre escritorios de pre-adolescentes algunos años después. En el primer Mortal Kombat, la figura de la soldado de las fuerzas especiales Sonya Blade fue interpretada por Elizabeth Maleki, una fibrosa atleta salida del Lakeshore Athletic Club, un centro deportivo multidisciplinar de donde Midway sacó a muchos de los actores que interpretaron a los personajes de su saga, como es el caso de los hermanos Pesina (Johnny Cage, Scorpion, Sub-Zero) o Ho Sung Pak (Liu Kang). En la segunda parte, Sonya no era un personaje seleccionable, apareciendo tan solo de fondo en uno de los escenarios junto al todavía inédito Jaxx, pero para la tercera parte tuvieron que encontrar sustituta para el personaje al surgir diferencias con Maleki. Y ahí entra nuestra muchacha.

Jamás se habían visto unas domingas pre-renderizadas tan perfectas como las de la remozada Sonya. A partir de entonces, pausar el juego en el momento justo para ver su muslamen terso mientras hacía el pinopuente se convirtió en deporte olímpico; de ahí que desde ese momento y hasta 1999 encarnara al personaje dentro y fuera de los juegos. Mientras tanto, su predecesora, junto con otros ex-actores que trabajaron en la saga, interpusieron una demanda contra Midway por uso indebido de sus derechos de imagen, entre otras cosas por aquel cameo en MKII; un odio que pudo tener algo que ver en la gestación del ruborizante videojuego Tattoo Assassins algunos años antes, pero ese despropósito lo dejamos para otro momento.

Lo de que Hoskins interpretara al personaje fuera de los videojuegos va por el Mortal Kombat Live Tour, un espectáculo que recorrió más de 200 ciudades de Estados Unidos a mediados de los noventa en el que varios atletas montaban un teatrillo caracterizados como los personajes de la saga y haciéndose fatalities de mentirijilla. ¿Adivinan quién hacía de Sonya, no? Pues eso. De la calidad de la actuación o las similitudes entre Shang Tsung y mi prima gótica del pueblo hablamos también otro día.

Pero su historia no terminó ahí. Habiendo dejado atrás la carrera de modelo y centrándose en sus aptitudes deportivas, entre otras actividades se puso a practicar Tangsudo, un arte marcial coreano tope de chungo. No dejó de colaborar con Midway y en 1996 puso cara a Valla, uno de los personajes de War Gods, aquel regulero arcade de lucha 3D que fue portado posteriormente a consolas. Poco después también tuvo su papel en el spin-off Mortal Kombat Mythologies: Sub-Zero interpretando a Kia, uno de los enemigos del juego. Más adelante continuó siendo la imagen de Sonya en MK4 y MK Gold. Tanto cariño se le cogió en el estudio a Kerri que en NBA Jam 2004 apareció ella misma como personaje secreto seleccionable. Aún con todo este carrerón, los verdaderos desafíos de su vida estaban todavía por llegar.

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Durante su periplo en Playboy conoció a su actual marido, Scott Branson, con quien tuvo hace ya 16 años a sus dos primeros hijos, Zachary y Luke. A causa de un parto prematuro, ambos nacieron con una parálisis cerebral que afectó permanentemente a sus capacidades motrices y sensoriales, así como una insuficiencia respiratoria que les ha obligado a estar conectados a un tanque especial de oxígeno la mayor parte de sus vidas. La terapia con oxígeno hiperbárico vale un pastizal, pero los Branson le echaron pelotas al asunto y tras muchos esfuerzos lograron que el seguro cubriera la terapia, y siendo como ha sido siempre el sistema sanitario yankee, es para darles un premio.

Ante un varapalo así, muchos se hubieran venido abajo, pero Sonya Blade ya había derrotado muchas veces a Shao Kang como para echarse a perder ahora. Gracias a su formación deportiva, trabajó como entrenadora personal y flirteó en muchos otros campos para sacar adelante a su familia, desde corredora de maratones y organizadora de eventos benéficos hasta un infructuoso intento por meterse en política. Además, su faceta artística le hizo en 2012 fundar una galería de arte y comercializar sus propios cuadros. Por si todo esto fuera poco, tuvo dos hijos más (sanísimos) y le dieron la puntilla al cuadro familar con su perrete Jackson, quién sabe si en honor a su fornido compañero de ficción.

Una vez, durante el tratamiento tuvimos un incidente terrible, porque Zachary tuvo una convulsión. Su cuerpo decidió que no tenía suficiente oxígeno y dejó de respirar. Estaba encerrada sola con él en la cámara hiperbárica, así que empecé a hacerle el boca a boca y le salvé la vida. Al final todo salió bien.

Actualmente la familia Branson tiene una filosofía pro-activa, participando en todo tipo de eventos sociales y manteniendo una actitud positiva ante la vida como bien muestra la página que crearon para narrar su historia, y donde si tienen a bien, pueden hacer una pequeña donación vía PayPal para colaborar en la fundación de ayuda a personas discapacitadas que mantienen. Contra todo pronóstico, Zachary y Luke han evolucionado positivamente, y aunque físicamente son totalmente dependientes, son felices y prosperan de forma esperanzadora. Ya se lo he dicho al principio del texto; los verdaderos luchadores lo son durante toda su vida más allá de oportunismos, disfraces de látex o cuerpos voluptuosos, así que la próxima vez que piensen en Sonya Blade, tengan bien presente que se trata de una heroína de las de verdad.

Kerri-familia

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