Análisis: Wasteland Angel

Escrito por en Análisis - 2 noviembre, 2012

¿Os suena una tal Lara Croft? Como muchos sabrán, se trata de uno de los iconos femeninos más representativos del mundo del ocio interactivo. Antes de ella hubo mujeres pixeladas en esto de los jueguicos pero hay que reconocer que su llegada supuso un empujón para que empezaran a proliferar féminas protagonistas. Bayonetta es una de las últimas integrantes a esta lista pero me es harto complicado deducir si este tipo de heroínas atraen al público femenino. A mi personalmente me gusta que haya diversidad, es algo que antes no era casi común y que actualmente podemos ver con frecuencia en muchos títulos. Wasteland Angel es uno de esos juegos.

Ahora toca que os olvidéis de todo lo anterior. ¿Os he dicho que el juego lo protagoniza una mujer? Es cierto, pero es una verdad a medias. En Wastelad Angel nuestra bella heroína está siempre dentro de su inseparable vehículo. Ese será el protagonista del juego, un coche armado hasta los dientes será la arma ejecutora de todo el mal que queremos erradicar de estas tierras yermas. Porque sí, Wasteland Angel está en la cada vez más interminable lista de juegos que se desarrollan en un mundo post-apocalíptico. Pedro Piqueras debe estar encantado con toda esta cantidad de títulos ambientados en lugares descorazonadores.

Como en todo buen mundo post-apocalíptico, todo el mundo va a los suyo. Tras la Tercera Guerra Mundial el planeta está hecho un erial, tanto en la escasez de recursos como en la falta de humanidad. Así que un poco de ésto último no viene nada mal. Nuestra Angel es una de esas heroínas badass de buen corazón que va repartiendo amor en forma de balas para que lo que queda de Tierra sea un lugar mejor. Aún hay esperanza.

La mecánica del juego la reconoceréis al instante. En este arcade motorizado debemos disparar a todo lo que se mueva. Lo que oís, nuestra misión es simple: destruir todos los demás vehículos que pululen por el escenario. No debemos tener miedo a errar y golpear al inocente, no. Todo lo que se mueva y sea diferente a nosotros es el mal y merece ser erradicado ya que si no secuestrarán a los ciudadanos de los puebluchos que protegemos.

Es un juego sencillo, para que vamos a engañarnos. Es pequeño en todos sus aspectos (gráficos, sonido, jugabilidad…) pero también es muy divertido, o al menos lo es en un principio. Tras superar las distintas fases y descubrir que la mecánica no cambia, seguramente se nos escape algún resoplido de disconformidad pero no os preocupéis, Wasteland Angel dura lo suficiente para no cansarnos nunca de él.

¿El hecho de que un juego sea de escasa duración es algo malo? Creo que ese es un debate estúpido. ¿Deberíamos golpear a los finlandeses de Octane Games por hacer un juego tan corto? Definitivamente no. Un videojuego dura lo que tenga que durar, al igual que una película puede durar hora y media o cuatro horas, según lo crea el director. Pues Wasteland Angel es uno de esos títulos de corta duración. Y esto no es negativo ya que si se hubieran añadido algunos escenarios más seguramente jugaríamos el resto de la obra entre bostezos y con una pesadez digna de las mejores fabadas.

Es un matarratos que te despejará la mente a base de encañonar todo enemigo viviente motorizado. También la escasa duración del juego hace que los defectos que alberga el título queden un poco eclipsados. Eso sí, ver a muchos enemigos correr como pollos sin cabeza es un tanto decepcionante dure mucho o dure poco. La IA es bastante lamentable y aunque la dificultad suba, los enemigos siguen siendo igual de estúpidos. Por suerte, antes de que nos llevemos una mano a la cabeza ante tal despropósito en medio de la partida, algún hijo de mala madre diferente estará intentando secuestrar habitantes y tendremos que acudir raudos a la llamada. Esta acción frenética constante no nos permite bajar la guardia.

Aunque el juego sea repetitivo, tiene su gracia. Tenemos power ups que añaden chicha a la jugabilidad y que son necesarios en muchos momentos del juego ya que muchas veces no podemos dar abasto a tanto enemigo junto con nuestras armas básicas. Los enfrentamientos contra los jefes finales también tienen cambian un tanto la dinámica al tener diferente modo de resolución y las fases bonus de las que hace gala el título son un soplo de aire fresco entre tanta masacre repetitiva. Necesitamos más fases bonus en los videojuegos joder.

Wasteland Angel es un videojuego pequeño. Uno de esos títulos al que podemos coger y abrazarle sin miedo a que se rompa entre nuestros brazos. Puede que no nos proporcione una de las experiencias jugables más asombrosas de nuestras vidas pero cumple en su objetivo principal: entretenernos y hacer que queramos seguir matando malnacidos en pos de iluminar la tierra con un poquito de la humanidad de la protagonista.

Nota Wasteland Angel

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