Ya estamos jugando a Rocksmith

Escrito por en Artículos - 3 octubre, 2012

Si lleváis un tiempo por aquí, sabréis que en El Píxel Ilustre no somos muy amigos de los Avances, Primeras impresiones, Pre-análisis o Análisis en curso… Si no fuera porque un puñado de personas me pidió ayer por twitter que comentara mis impresiones con Rocksmith cuanto antes os tendríais que esperar hasta que publicara el correspondiente análisis para saber que me ha parecido el juego. Pero aunque vayamos de inconformistas e indiegentes en el fondo somos unos buenazos. Aquí tenéis que me ha parecido Rocksmith tras probarlo un par de horas:

Antes de empezar, os recomiendo que leáis este artículo que escribí antes de saber nada sobre la existencia de Rocksmith. Al final llegaré a pensar que alguien de Ubisoft se pasó por aquí para saber a qué venían tantos abrazos y se leyó por casualidad ese texto, porque Rocksmith se parece mucho a lo que pedía en ese artículo.

Se empieza poniendo una Epiphone en la portada de un juego de guitarras y se acaba poniendo un Renault Twingo en la portada del próximo juego de cochazos o a la delantera del Rayo Vallecano en el Fifa/Pro de turno

Pero la primera bofetada nos viene nada más abrir la caja: la latencia. Junto al “manual” (tres hojas grapadas con rollos legales y mierdas de esas) se incluye una hoja que nos ofrece distintas alternativas para poder jugar a Rocksmith sin la latencia de audio vía HDMI: volver al Euroconector (horreur!), utilizar un cable de componentes o mantener el video por HDMI y sacar el audio a un dispositivo externo mediante RCA. Resulta engorroso tener que ir cambiando conexiones y configuraciones por solo un juego, y manda cojones que, con la salida HDMI de mi PS3 recién arreglada, nada más llegar a casa tenga que enchufarle el cable de componentes. Pero pasamos por el aro, todo sea por poder enchufar una guitarra a la plei… Con en cable de componentes aún se nota una ligera latencia, similar a la que sufrimos con pedaleras de los chinos o algunos pedales que devoran la señal, pero no afecta demasiado al transcurso del juego.

Como póster no le damos ni el aprobado raspado…

Una vez hemos trasteado con los cables y las configuraciones de audio y video nos ponemos en faena. Nos ponen un video para explicarnos como coger la púa, qué color representa cada cuerda en el juego, afinamos y nos plantamos ante la primera canción: Satisfaction de los Rolling Stones. Ahí empezamos a ver como funciona la mecánica de Rocksmith: el juego nos pide unas notas sueltas para empezar y si las tocamos bien, la próxima vez que se repita esa parte de la canción nos pedirá que toquemos más notas, hasta que, cuanto mejor y más veces toquemos la canción más se asemejará a la guitarra real de la canción. Hasta que la toquemos enterita.

Quizás la gente con un poco de experiencia con la guitarra se aburrirá un poco con el principio de las canciones: el nivel inicial es muy básico y siempre que empezamos a practicar una nueva canción empezamos desde cero, tocando una versión muy elemental del tema. Pero el juego pilla rápido si lo estamos haciendo bien y con repetir el tema un par de veces ya es suficiente para complicar el tema y hacerlo sonar de verdad.

 

A primera vista puede parecer soso. Y lo es…

Visto eso, Rocksmith me parece un juego más enfocado para la gente que tiene una guitarra muerta de asco en casa y quiere sacarle provecho o para la que está empezando con el instrumento que no para guitarristas experimentados. Y de ahí que la elección del repertorio incluido en el juego, pese a la falta de heavy metal, me está pareciendo bastante acertado. Son temas que son relativamente fáciles de hacer sonar, lejos de la complejidad técnica que requieren los riffs y solos del heavy metal, y que darán más alegrías a la gente que está aprendiendo; pocas cosas son más satisfactorias en esto de las guitarras que tocar tu primera canción entera. Si alguien quiere cosas más difíciles ahí están los DLC, que por ahí anda uno de Megadeth y otro con temas de Whitesnake, Europe y Twisted Sister.

Os iba a poner una foto mía tocando, pero esta señorita está de más buen ver

En un par de horas ya había tocado media docena de canciones, desbloqueado un par de ejercicios de técnica y minijuegos tipo arcade y arrasado en mi primer concierto, donde un público hecho por siluetas de cartón en movimiento (los gráficos de Rocksmith son MUY cutres) me arrancó mi primer bis. Se acabaron jugar con guitarritas de plástico. Es hora de tocar de verdad y con Rocksmith se puede.

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