Bayonetta, Lollipop Chainsaw y el onanismo desbocado

Escrito por en Artículos - 28 junio, 2012

No creo que nadie se sorprenda si digo que el sexo es uno de los reclamos más potentes que existe. Se utiliza para vender cualquier cosa: automoviles, comida, perfume, champú para el pelo y, por supuesto, videojuegos, aunque en estos últimos, el mensaje no es “con nuestro coche/perfume/ropa/etc. follarás más” sino simplemente nos ofrece regodearnos con el placer carnal de ver y controlar las acciones de una buena moza, aunque se trate de senos y glúteos poligonados.

 

Me imagino a los programadores del primer Tomb Raider haciendo corrillo delante del monitor y uno diciendo “¡¡mirad que tetorras le he puesto!!”. Con ese primer Tomb Raider empezó la locura de las protagonistas buenorras, el sexo como reclamo fácil que todavía es vigente a día de hoy. Es fácil tentar a un público mayoritariamente masculino y adolescente, un auténtico hervidero de hormonas, y con la primera aparición de Lara se consiguió que una generación entera se transformara en unos maestros de la rotación de la camara (a falta de stick derecho en el DualShock) para conseguir los puntos de vista más sugerentes de esos pechos piramidales y experimentar cierto placer culpable al hacer saltar mucho a la protagonista. No nos olvidemos que internet estaba en pañales y entonces cualquier cosa daba para paja…

Hace 15 años nos poníamos palotes con esto

A partir de ahí, empezaron a desfilar todo tipo de mujeres-héroe-objeto que engrosaban las listas de macizas pixeladas y se convertían en intangibles mitos sexuales para los chavales que abandonaban la infancia jugando a Final Fantasy VII. Esos mismos chavales elegían una elfita sexy para jugar al WOW y ponerle ese bikini de cuero tachonado equivalente a una armadura completa para los personajes de género masculino y acuden a las posadas de Dragon Age para follar y no para recuperarse de los combates… Entonces llegó Bayonetta

De lo mejorcito que ha hecho SEGA ultimamente

Algunos diréis “¡¡pero si Bayonetta es el no va más en utilización del sexo como reclamo!!” y eso puede ser por dos motivos: a) no habéis jugado a Bayonetta o b) no os habéis enterado de la misa la mitad. Bayonetta toma la utilización del reclamo del sexo en los videojuegos y lo exagera hasta transformarlo en algo ridículo. La sexualidad en Bayonetta utiliza la hipérbole comoelemento cómico, desde los andares de la protagonista hasta los andares de uso tacón… ¡Hasta al final de un combo, Bayonetta posa y mira de forma sugerente a la cámara y vemos como se cierra el objetivo como si de una sesión de fotos a una top-model se tratara! ¡Solo le falta gritar “¡Ésta pal tuenti!” para redondear el conjunto!

 

…y ésta pal fotoló

El hecho que los mismos desarrolladores promocionaran el modo súper-fácil del juego afirmando que “sólo se necesita una mano para jugar” indica que la cosa no iba en serio, o que estaban llamando pajilleros a la comunidad de jugadores sin que eso tuviera absolutamente ninguna repercusión en nuestro entorno. Seguro que muchos pre-púberes se aprendieron los combos de Bayonetta para ver como se intuía el desnudo de la brujita de Platinum Games, pero el mensaje sexual de Bayonetta me pareció muy distinto al que transmiten otros juegos.

 

Si es cierto que donde hay pelo hay alegría, Bayonetta es una tipa muy feliz

Lollipop Chainsaw llega con la lección aprendida y no solo bromea con la presencia de una chica cañón en los videojuegos, aprovechando múltiples fetiches como los trajes de colegiala, animadora y Lolita gótica entre otros (algunos también estaban disponibles en Bayonetta) y lo lleva un paso más allá descojonándose de la American Way of Life, esa donde lo más importante que le puede pasar al adolescente medio es ser el más popular del instituto y ser elegido como rey/reina del baile de graduación, ese rollo que llevamos mamando desde los 80 y que aún nos da repelús.

 

No me extraña que una de las aficiones favoritas de su novio sea la masturbación

Lollipop Chainsaw coge el testigo de Bayonetta y nos demuestra que los videojuegos pueden reírse de si mismos, algo que denota un conato de madurez en el mundillo. Por supuesto que habrá gente que se entregará al onanismo desbocado con estos dos juegos, pero también habrá alguno que se hará una gayola con las fotos de Belén Esteban que salen esta semana en Interviu. ¿Hay sexismo Bayonetta y Lollipop Chainsaw? Yo creo que no, más bien intentan denunciar mediante la sátira la representación demasiado estereotipada de la mujer en los videojuegos… Lo triste es que todavía habrá demasiada gente que se comprará cualquiera de los dos juegos porque salen tías buenas…

Somos de colores

Análisis: Thor, Dios del Trueno (NDS)