Análisis: Vessel

Escrito por en Análisis - 5 marzo, 2012

Análisis: Vessel
Hacía tiempo que no probaba un videojuego de puzles en el que aprovechasen las bases del juego para contarme una historia. Los plataformas y los puzles  no son géneros en los que se necesite un argumento: si tenemos un rompecabezas intentamos resolverlo, si vemos una puerta cerrada intentamos abrirla y si nos encontramos con una seta cabreada saltamos sobre ella. Es lo normal, para desgracia de las setas, y no se necesita más, pero cuando se le da ese extra que es el trasfondo se agradece. Yo por lo menos lo he agradecido.

La mecánica de Vessel, del que pusimos el tráiler la semana pasada, se basa en los Fluros, máquinas que forman su cuerpo a partir de un líquido cualquiera y que obedecen a unos patrones de conducta muy sencillos según el tipo de que se trate: presionar botones iluminados, huir de la oscuridad o perseguir hostilmente al protagonista, por ejemplo. Distintos tipos de Fluro y distintos tipos de líquidos a partir de los que formarlos, como agua o la siempre presente lava (es tan común en los videojuegos que parece que lo raro es que una fábrica no esté llena de ella), dan lugar a muchas combinaciones e interacciones de las que saldrán explosiones, vapor y un montón de charcos por toda la pantalla. La variedad justa para lo que dura el juego, incorporando nuevos mecanismos sin que te dé tiempo a aburrirte del último que has adquirido.

Lamentablemente, la variedad de mecanismos no se da también en los niveles, en los que se hace un uso excesivo del planteamiento de botones, puertas y pasillos, adaptándolos a las distintas mecánicas y haciendo puzles entretenidos, que es de lo que se trata, pero al final casi siempre son botones, puertas y pasillos una y otra vez y sin que siquiera te los disfracen. Por ejemplo, en lugar de provocar una explosión que pulsa un botón que a su vez abre una puerta, se puede plantear sin caer en lo enrevesado que la explosión modifique una parte del escenario que te permita llegar a otro punto; conceptualmente es lo mismo pero la impresión es bastante diferente a la de tanta puerta y tanto escenario inamovible. Un poquito más de imaginación en este aspecto hubiese mejorado bastante la experiencia y en mi opinión el juego se presta a ello.

Vessel
Puzles diferentes, pero siempre los mismos botones, las mismas tuberías, las mismas rejillas…

Dejando las palancas y botones a un lado, hay que reconocer que los niveles sí están bien montados de cara al aprendizaje de las mecánicas, de las que te obligan a aprender sus posibilidades paso a paso y a buen ritmo, de manera que no llegas a verte perdido porque no te hayas dado cuenta de que se podía hacer un determinado uso de un Fluro.

El juego se desarrolla en tres mundos más el tutorial, que transcurre en las cuevas bajo tu laboratorio (sí, debajo de tu laboratorio hay unas cuevas abismales en las que se podría construir una ciudad, ¿por qué no?).  A las cuevas les siguen una fábrica llena de lava (como toda buena fábrica), una plantación de árboles (la única parte en un agradable entorno al aire libre) y unas minas (no sólo volvemos a estar encerrados sino que además nos quedamos a oscuras). Cada mundo contiene sus Fluros carácterísticos, una serie de máquinas que arreglar y los correspondientes monstruos finales, a los que venceremos vía puzle como todo en el juego. También hay protoplasmas en cada mundo que puedes usar para adquirir y mejorar las mangueras con las que disparas los líquidos, pero dado que el aspecto de plataformas es escaso las mejoras al final no resultan muy útiles y los protoplasmas se buscan más que nada por la satisfacción de resolver sus puzles.

Ciencia

Aunque la historia de Vessel sea sencilla y en el fondo no deje de ser una excusa para justificar tus acciones y ponerte en situación, es una excusa con encanto. Igual que en otros juegos, los antecedentes se plasman al principio en unas pocas imágenes: científico es aclamado por invento, su invento se escapa de su control y empieza a causar caos. A partir de ahí lo que tenemos son las entradas que va escribiendo el protagonista en su diario acerca de lo que se va encontrando. La típica historia del hombre contra la máquina, que vemos reflejada en el comienzo con el inventor quedándose encerrado fuera de su laboratorio por algo tan trivial como un botón activado accidentalmente y que más tarde llega hasta entornos enteros en los que su creación ha dejado de ser suya y tiene que aprender de ella para poder detenerla, dudando de si es lo moralmente correcto.

Vessel es un juego de puzles entretenido de por sí, acompañado de una ambientación que le añade personalidad. Si os gustan los puzles con un toque de plataformas este vale la pena, aunque ojo, tener a un montón de criaturas líquidas saltando y derramándose en partículas por la pantalla es divertido pero exige potencia al ordenador, así que si queréis configurar una resolución elevada más os vale tener un buen ordenador o habrá partes terriblemente ralentizadas. Tiene demo para el que le interese.

Nota Vessel

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