Secuelas... ¿Sí o no?

Escrito por en Artículos - 29 febrero, 2012

Echemos un ojo a los 100 videojuegos más vendidos el año pasado. La inmensa mayoría tienen un numerito, un subtítulo o ambas cosas en el nombre. Nos guste o no, el mundo de los videojuegos está plagadito de segundas, terceras o enésimas partes. Reflexionemos un poco… ¿eso es bueno o es malo?

No nos engañemos: a todo aquel que se queja sobre la escasa originalidad del panorama actual se le hace el culo pepsicola si se anuncia una continuación de su juego favorito. Algunos de por aquí daríamos un dedo del pie para ver segundas partes de juegos como Alpha Protocol, Bulletstorm, NieR y otros juegos de culto que veneramos por estos lares. No en vano, el dicho “Segundas partes nunca fueron buenas” tiene cientos de excepciones en el mundo de los videojuegos: cuando una parte fundamental de los mismos es el apartado técnico, algo que mejora a una velocidad indecente, rara es la secuela que no supere al juego primigenio por lo menos a nivel de gráficos.

Al contrario de lo que pasa en el cine, una secuela en los videojuegos viene a proponernos volver a disfrutar de lo mismo pero no igual; a pesar de que se pueda perder el a veces sobrevalorado factor sorpresa u originalidad, lo importante de un videojuego es el trayecto, que puede llegar a ser mucho más decisivo que la historia o el trasfondo a la hora de entretenernos.

Una buena secuela debería ofrecernos más y mejor para tenernos contentos, para sentirnos bien por conocer la mecánica y a la vez darnos algo nuevo para no parecer que estamos haciendo exactamente lo mismo que antes. Ejemplos: Batman Arkham City, Bioshock 2, Portal 2, Assassin’s Creed II… Todos ellos juegos que han mejorado a su predecesor a pesar que muchos afirmen que una secuela no puede superar al original por la falta de factor sorpresa… Poh fale… Poh malegro…

Con el efecto sorpresa o sin él, de las mejores secuelas de los últimos años

 Pero ¿Cuál es la cara mala de las secuelas? Muchas veces se trata de un recurso fácil de venta, utilizando un nombre o un personaje con tirón para tener éxito comercial… ¿Para qué arriesgarse a inventar algo si reutilizando cosas ya se sabe que funcionará a nivel comercial? Por eso, el juego más vendido del año pasado (y salió en noviembre) es la tercera parte de un spin off de una saga con cuatro entregas numeradas en su haber… Saga que representa el lado más sucio de las secuelas al reciclar estilos de juego y mapas multijugadores entrega tras entrega… ¡Y lo peor es que los compradores les dan la razón!

Otro problema es la saturación a la que se ve expuesta una saga de éxito. Seguro que si le hubieran dado tiempo de respirar un poco entre juego y juego, seguiríamos viendo cierto atractivo a los juegos con guitarritas de juguete (o platos de DJ) y no ese hastío que sentimos ahora mismo. Y no hablemos de los juegos deportivos que no pueden faltar a su cita anual, que en demasiadas ocasiones consiste en poco más que cambiar los peinados y los zapatos a los jugadores y las alineaciones de los equipos, algo que se podría solucionar de forma eficaz con un parche o DLC, pero basta ver como las estanterías de los GAME se llenen de FIFAs/Pros del año anterior cuando sale el nuevo demuestra para ver que, en este caso, los compradores también les dan la razón.

A partir de aquí, todo fue cuesta abajo

Y no hablemos cuando se utiliza un nombre conocido por simples razones comerciales, algo que no os ha gustado en Dragon Age II pero que tiene su máximo exponente en la saga más famosa de JRPG: Final Fantasy, en los que es suficiente poner ese nombre a un juego para que tenga éxito comercial, independientemente que no tenga absolutamente nada que ver con juegos anteriores con el mismo nombre, ni personajes, ambientación, sistema de juego, enemigos… Salvo los putos pollos amarillos chocobos… Me pregunto qué hubiera pasado si Resonance of Fate y Final Fantasy XIII hubieran cambiado sus nombres…

No es un Final Fantasy, pero podría serlo

 A veces parece que el comprador no informado (no es el caso de los lectores de El Píxel Ilustre) busca secuelas para no errar el tiro, porque si tiene un 2 es porque el 1 ya fue bueno, o para no arriesgarse a gastar un buen dinero en algo que no está seguro si le va a gustar o no… Quizás por eso, las nuevas IP’s son cada vez menos y más parecidas a los juegos con múltiples continuaciones… No sea cosa que hagamos algo diferente y no funcione…

Lollipop Chainsaw seguro que funciona: nadie podrá resistirse a la combinación de tetas y zombis

Entonces… ¿Secuelas sí o no? Creo que eso no debería importar si el producto final es bueno… Un juego no tiene por qué ser mejor que otro por el hecho de ser una nueva franquicia (muchas de ellas con secuelas ya previstas y en desarrollo desde el momento de su lanzamiento) ni tiene por qué ser peor por llevar un 2 en el título. Mi postura está clara: aunque me gustaría ver algo más de sangre nueva, no voy a poner mala cara a un juego por mucho que sea una continuación si lo que me ofrece me interesa lo suficiente. ¿Cuál es la vuestra?

Segunda imagen de Assassin's Creed 3

Nintendo bloquea The Binding of Isaac en 3DS