Análisis: Wizorb

Escrito por en Análisis - 22 diciembre, 2011

Análisis: Wizorb

Hace bastante tiempo que llevo siguiendo el desarrollo de una suculenta indiegencia, con la fortuna de que hace poco ha salido del horno en su versión para nuestro amado PC JESUS (no se me preocupen los pocos vegetarianos del recinto, que acaba de salir también para MAC e incluso LINUX), motivo más que suficiente para que le hagamos un buen repaso y os contemos por qué debéis añadir este título a vuestra extensa colección (no nos engañemos, si has leído indiegencia y aún sigues aquí me podría apostar un huevo a que tu cuenta de STEAM rebosa «pendientes» y que sabes que DOTEMU, GOG y GAMERSGATE no son fichajes de fútbol…

Dejadme decir sólo dos palabras: ARKANOID y PAUL ROBERTSON

Vale, no son exactamente dos palabras, pero si sabéis lo que significan entonces entenderéis que estamos ante algo digno de ver.

¿Qué es Wizorb?

Wizorb es un juego indie creado por una jovencísima Tribute Games (de hecho es su primer título) que ya salió para XBOX Live Arcade y que hace poco dio el salto a la distribución digital para PC.

Tribute games está formado por tres personas que trabajaron anteriormente en el juego, EL JUEGO, Scott Pilgrim para PSN, lo cual ya dice bastante de cara al perfil de amor por las jugabilidades clásicas y el pixel bien puesto. Para terminar de bordarlo, como al caballero Paul Robertson le sobró algo de tiempo en el desarrollo de Scott Pilgrim, se ofreció a echar una mano con las animaciones de este Wizorb (por aquello de que se le da de puta madre), y eso se nota, las animaciones de los sprites son fluidas y da gusto verlos moverse por la pantalla.

Uno de los dogmas detrás de Tribute es que sus juegos presenten un claro homenaje a los títulos que años atrás nos hicieron tilín de forma especial, de ahí que nos encontremos en este caso con una puesta al día del magnífico ARKANOID, de Taito, uno de los mejores Breakouts (Comecocos tiene encanto, Rompeladrillos no, así que os quedáis con el anglicismo) que nos ha dado la historia.

Brick Breaker

A ver… ¡ESTO! es un Rompeladrillos…

La gracia es que han cogido la temática futurista que daba “origen” a la historia y fondo de ARKANOID, y la han trasladado a un ambiente típico de RPG de 8 bits, con sus magos, sus monstruos, un reino que rescatar e incluso una villa con casas en las que entrar, y en las que no podremos hacer nada excepto hablar con un lugareño con la movilidad de un semáforo, ya que también en eso guarda semejanza con algunos títulos de 8 bits (aunque que no hacía falta rendir tributo a ese extremo…).

Sin embargo el título es un Breakout hasta la médula, esta incorporación de tintes RPG es sólo attrezzo, y le sienta como un guante.

Sí, son todas capturas del mismo juego

Sin intención de haceros un análisis de manual, os daré un repaso a lo que podéis encontrar en este título, con la intención de animaros a jugarlo cuando podáis.

¿Qué tiene Wizorb?

Para empezar, el juego nos presenta un arcade clásico que bien podría estar en una recreativa de mediados de los 90, ya que el estilo gráfico, su presentación y mecánica encajan perféctamente en la época de títulos como Super Pang, Bonanza Bross, Gals Panic, o los muchos clones del Tetris, con el curioso añadido de tener una pantalla previa (la aldea) donde dar un soporte muy sencillo a la historia detrás del juego.

…Y además eran las recreativas donde era habitual ver a chicas jugando…

Nuestro protagonista llega a una aldea típica que está siendo atacada por los monstruos de turno, de forma que utilizando su magia para controlar un bastón vencemos a golpe de pelotazo a los bichejos, encontrándonos después con que la aldea está destrozada y nos enfrascamos en la misión de liberar al reino de tanto bicho, mientras realizamos generosas aportaciones para devolver la aldea a su aspecto anterior (Filantropía for dummies!!).

A partir de aquí comienzan las cinco fases del juego, divididas en 12 “pantallas”, con su correspondiente maloso al final del camino, estando cada fase ambientada en un escenario típico de RPG de 8bits, y donde tras vencer al jefazo de la última fase daremos fin a la historia y disfrutaremos de un final de videojuego que traerá muchos recuerdos, de cuando después de muchas tardes lográbamos un buen día terminar un juego (cuando tenías que hacerte los juegos de una sentada, y sólo a través del aprendizaje y mejora de tus habilidades como jugador llegabas al final).

Dentro del juego en sí, este se puede manejar con pad, teclado y ratón, siendo este último el más recomendable, ya que nos permite un mejor control de la “raqueta” pudiendo hacer movimientos brúscos, pero al mismo tiempo controlados, igual que los clásicos de feria y billares “air-hockey”. De hecho, el juego en PC es bastánte más fácil que en Xbox gracias a este control más natural.

Dentro de la mecánica de juego, en vez de disponer de bloques con powerups que nos permitan disparar, multiplicar bolas y efectos similares, en este caso podremos lanzar hechizos para romper bloques o dirigir la bola, resultando muy útiles cuando nos quedan un par de bloques puñeteros a los que es difícil llegar. Estos hechizos consumirán su respectivo maná, que repondremos con pociones que caerán al romper algunos bloques. También tendremos acceso a tiendas donde comprar las típicas mejoras del género, alargar el bastón, que las bolas hagan más daño o se peguen al baston, etc.. mejoras que perderemos tan pronto cometamos un error y perdamos la bola con el bastón (y una vidilla, claro).

Esto si que es la trifuerza y no las pamplinas esas…

Para comprar estas mejoras, y para hacer donaciones en la aldea, conseguiremos monedas de oro y gemas al completar cada fase y al romper algunos bloques, con lo que ya tenemos el elemento que nos hará perder más vidas: la codicia (una vida cuesta 85 monedas en la tienda, pero perderemos muchas persiguiendo una puñetera moneda… UNA).

Como no todo iba a ser un paseo, cada fase tiene algunos enemigos que harán poco más que incordiar por en medio, y algunos bloques al ser destruidos nos lanzarán hechizos para putearnos a diversos niveles (hay uno que directamente te mata). Los jefes finales, sin ser nada del otro mundo, siguen la tónica general de presentar un patrón de ataque que tendremos que esquivar mientras le damos estopa, bola mediante.

En las fases veremos puertas a las que podremos entrar atizándolas con la bola, algunas necesitan llaves, que obtendremos de algunos bloques, estas puertas nos llevarán a tiendas o fases de bonus donde ponernos las botas, y por último, en cada nivel hay una puerta que esconde niveles de bonus, que son un claro homenaje al Píxelart, por sus patrones de ladrillos, y que sólo podrán ser accesibles rejugando el nivel tras completarlo. Lo bueno es que tras completar estos cuatro niveles conseguiremos un conjuro que nos ayudará muchísimo al rejugar los niveles, aunque no nos quedará mucho que hacer aparte de disfrutar de un buen Breakout (quizás conseguir pasta gansa para hacernos con un extraño y carísimo objeto en una de las tiendas…)

Bloques… diamantes… ¿Minecraft? (ya parezco un perro de Paulov, macho…)

El estilo grafico derrocha simpatía (a lo que contribuye la ayuda aportada por Paul Robertson, que trabajó en los aldeanos y jefes finales), con una paleta llena de color que combina muy bien con la música, fiel espejo de lo que podríamos oír en las recreativas de la época homenajeada y que acompaña a la perfección aunque no destaque por encima del resto de elementos.

Terminando el conjunto, contamos con un manual en pantalla al estilo de las demos-tutoriales de las recreativas, y la primera fase va poco a poco presentando los hechizos y elementos de juego, como una especie de tutorial no intrusivo (tampoco es que le hiciese mucha falta, pero permite coger el ritmo rápidamente).

Como añadido “moderno” tenemos una tabla de puntuaciones online, con filtros por fase y global, y como en la mayoría de tablas online yo sigo preguntándome lo mismo ¿porqué no añaden un filtro por país? es que ya doy por sentado que jamás superaré la puntuación de un coreano, así al menos que tengamos la fiesta a nivel local :-)

¿…Y entonces?

Cumple a la perfección como buen arcade, y aunque podemos hacérnoslo de una sentada si queremos, no tenemos por qué hacerlo, ya que permite guardar el progreso en cada subfase, permitiendo dedicarle partidas rápidas (aunque guardar en medio de una fase nos restablecerá la puntuación al continuar, por lo que si queremos acumular para el panel de puntuación online no valdrá).

La experiencia de juego es muy correcta y satisfactoria, evitando las partes cansinas de los breakouts al poder usar hechizos para solucionarlas y algunos niveles (no muchos) tienen un diseño pensado para utilizar hechizos concretos.
Si a todo esto añadimos que gracias al control con ratón no es demasiado difícil avanzar a través del juego no debería ser un problema para cualquiera el poder acabarlo, aunque una de las cosas que me encantan de este tipo de juegos es que el éxito (o la velocidad al obtenerlo) depende de nuestra habilidad, que mejora cuanto más juguemos.

Aún con todo hay cosas que podrían mejorarse, una de ellas, es el haber incluido un editor de niveles, y un panel para jugar niveles hechos por los demás (como ha hecho Voxatron, por ejemplo), o meter algo más de influencia por la parte RPG, ya que lo único que se trae del género es la ambientación y el paseo por la villa.

Posible nivel Ilustre

Con un editor podríamos ver cosas como esta…
…aunque como nos conocemos ya sabemos todos lo que dibujaríais ;-)

Teniendo en cuenta su bajo precio de partida (2,50 eureles en Gamersgate y Desura, pero si se lo compráis a ellos directamente lo tienen a 2,37) yo te diría que si lo que has leído no te disgusta, te vayas de cabeza a por él, por que el juego lo merece, y rebosa calidad y buen hacer, y no sólo eso, sino que además se añade a la corta lista de juegos que le puedes poner a cualquiera, independientemente de su nivel, y seguro que lo picas (poner aquí novias, familiares, críos… los amigos seguramente os dirán que pasan de jugar a esto… porque son unos paquetes si no tienen coberturas ni autoregeneración)

Entrevista con Tribute Games

Las facciones de Risen 2