Consejos para no sufrir (mucho) con Dark Souls

Escrito por en Artículos - 5 noviembre, 2011

Mucha gente me ha comentado que es incapaz de pasarse el Dark Souls. Les matan mucho, no saben que arma escoger, no saben qué hacer ni donde ir o, directamente, son muy malos. A lo último, no hay solución, pero a las otras cuestiones sí. El juego, como dije en mi mierda de análisis, no tiene una dificultad tan elevada, sino que castiga a los incautos. Por eso os dejo unos cuantos consejos para salir adelante. Creo que no hay ningún spoiler.

0. Hacer un análisis corto. 

1. Si eres novato, empieza por ser un piromante o un guerrero. Son las clases más equlibradas. La primera trae por defecto buena estadísticas y una magia de fuego bastante potente. La segunda viene con una buena espada, un escudo y una armadura aceptable.

2. El escudo es imprescindible, siempre. Hay dos tipos de escudo: unos más pequeños y que permiten hacer contraataques y otros más grandes que requieren mucha fuerza (normalmente de 24 para arriba). A la hora de valorar un buen escudo, fíjate en su porcentaje de bloqueo y sus resistencias. Si tiene un bloqueo de más de 65 o 70, es un buen escudo. Y fíjate siempre que resistan al 100% el daño físico o, si no, te harán daño aunque te protejas.

3. Rueda y ataca por la espalda. Si tienes problemas para defenderte de un enemigo muy poderoso o grande, a veces la mejor solución es rodar y esquivar los golpes. Si eres rápido, además, esto te permite atacar por la espalda. Los ataques prácticamente empalan al monstruo en cuestión y quitan alrededor del doble de vida. Los guerreros negros son muy sensibles a esto, por ejemplo.

4. No te cargues con mucho peso. Si entre armadura y armas equipadas no superas la mitad de tu carga total, podrás rodar y moverte bastante más rápido. Si superas dicho esa cantidad, al rodar tendrás un tiempo de desfase lo suficientemente largo para que algún enemigo te alcance mientras lo esquivas. Mide bien las armaduras que llevas y no dudes en equipar distintas partes de uno o dos sets diferentes para conseguir una defensa sólida a a la vez que ligera.

5. No todo son espadas, las lanzas también existen. Aunque el juego tiene muchísimas espadas, existen otros tipos de arma que, en general, son más poderosas pero se manejan de forma diferente. Mis favoritas son las lanzas porque puedes atacar y defenderte a la vez. Las alabardas, al principio del juego, vienen genial también.

6. Mucha salud y mucha estamina. Son las dos estadísticas fundamentales, seguidas por la fuerza y la destreza, que son las que dan acceso a las armas. A más salud, más golpes resistes. A más estamina, más tiempo corres, más ataques soportas y más golpes puedes dar.

7. Mejora la magia antes que los milagros o la piromancia. La magia, además de más variedad, es más potente. Recomiendo subir la fe hasta el nivel 12 para poder usar el milagro de cura de vida y luego dedicarte a subir la magia. Por muy físico que sea tu personaje, una inteligencia de nivel 14 viene muy bien para lanzar flechas mágicas potentes. La piromancia solo sirve para lanzar bolas de fuego, en mi opinión.

8. Aprende a alternar rápido entre usar el arma con una mano y dos manos. Al principio parece difícil pero cuando automatizas el cambio, podrás reducir a la mitad los golpes que necesitas para acabar con algunos enemigos y viene muy bien para determinados jefes finales.

9. Domina el parry. Si utilizas escudos que permitan contraatacar con L2, puedes parar el ataque del enemigo y devolverle con R1 un golpe mucho más poderoso. Si dominas esta técnica, al final del juego te vendrá como dedo al culo.

10. Lee todos los mensajes. Tanto el resto de jugadores como tu mismo podéis dejar mensajes escritos durante la partida. Son muy útiles y avisan desde emboscadas a enemigos fuertes. Su mejor función: indicar por dónde se llega a la próxima hoguera

11. No todos los mensajes serán ciertos. Es la contrapartida del sistema. Algunos graciosos dejan mensajes confusos o en mal sitio o directamente malintencionados. Si tu sentido común te dice que no debes saltar por un precipicio, no lo hagas.

12. Los minerales están para gastarlos. Coleccionar minerales, como hice yo en la primera mitad del juego, es estúpido. Mejora las armas y las armaduras desde el principio. Eso sí, no los gastes al tuntún, que algunos son difíciles de encontrar.

13. Busca a los herreros. Hay cuatro en le juego, dos más o menos escondidos. Cada uno puede imbuir diferentes mejoras en las armas y, si les entregas objetos determinados, mejoran sus capacidades. El primer herrero que te encuentras, cerca de la Iglesia, si hablas con el te facilita bastantes pistas. Si alguna vez andas perdido, lo mismo te saca de dudas.

14. Compra kits de reparación y mejora. Si el herrero te queda lejos, puedes adquirir estos kits para mejorar tus armas y repararlas. Cuestan caros y solo se emplean en las hogueras, pero ahorran algunos disgutos. Eso sí, no sirven para hacer todas las mejoras a tus armas. Algunas solo están al alcance de los herreros.

15. Pelea con los jefes finales en forma humana. Por dos motivos: podrás utilizar a algunos de los NPCs que te encuentras por el juego y también podrás dejar que otros jugadores online entren en tu mundo para echar una mano. En general, es más útil esto último que lo primero.

16. No dudes en cambiar tu equipamiento para ciertos combates. Si ves que tu fiel arma, de pronto, le quita mucho a cierto jefe final, cambia. Es bueno tener una segunda arma fuerte, mejorada y que tenga un elemento diferente a tu arma favorita. Del mismo modo, algunos escudos tienen resistencias muy altas a determinados elementos, así como algunas prendas sirven para protegerte del veneno, la maldición, etc. Adáptate.

17. Los anillos son un suplemente mejor de lo que parecen. Muchos anillos tienen efectos mínimos en el personaje pero otros permiten moverte bien por terrentos fangosos, reducir a la mitad el daño por fuego o electricidad, multiplicar por 2 tu capacidad de carga, etc. Búscalos o cómpralos.

18. Algunos enemigos normales tienen ataques demoledores. Me ha pasado muchas vez que un enemigo que ya tengo identificado y que sé como atacar me coge desprevenido y se ventila a mi personaje con un ataque especial. Mucho cuidado porque no siempre se ven venir y jode más que ninguna otra cosa en el juego.

19. No consumas ítems de almas si no estás seguro. Las almas se obtienen matando enemigos pero también usando almas que obtienes como objeto consumible. Es mejor espera a estar cerca de una hoguera y hacer cálculos para estos últimos. Si puedes subir de nivel usando una o varias almas, úsalas. Si no, espera a tener más cantidad. Si mueres, un ítem de alma no se pierde.

20. Mejora las hogueras con humanidad. La humanidad, además de mejorar un poco tus estadísticas y devolverte a la vida, puede sacrificarse para hacer las hogueras más potentes. Esto sirve para que tu frasco de estus se rellene con más usos cada vez que descansas en esa hoguera en particular.

21. Farmear no tiene sentido. Mejor invade mundos. Es más rápido pero también más peligroso, pero puedes obtener, tranquilamente, 20.000 o más almas si el enemigo es fuerte. Intenta pillar desprevenido al otro jugador y todo irá sobre ruedas.

22. Los pactos dan buenos objetos. Los diferentes pactos que haces con algunos NPCs del juego sirven para obtener determinados ítems, algunos de ellos bastante poderosos. Eso sí, entender su funcionamiento y cómo se sube nivel dentro de las mismas es algo complejo.

23. La serpiente es fea pero sirve para algo. Cuando tengas acceso a este personaje, podrás romper algunos minerales poderosos en numerosos minerales de menor importancia pero útiles por igual para crear armas.

No sé si me dejo algo más, pero cualquier cosa podéis preguntarla por aquí o por el Twitter. Para todo lo demás, tenéis los dos wikis (en inglés) del juego, que cada día son más completos.

Raciones de EPIldoritas #42

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