Retro Amor: el Shinobi de Game Gear

Si pensabais que Bruno había caído bajo el otro día, alabando el diseño de la PSP Go, vamos a rebajar más el listón, tirándolo al suelo si hace falta. A continuación, os ofrecemos el primer Retro Amor de un juego de Game Gear publicado en el Píxel Ilustre. Disfrutenlo.

La verdad es que en los años 90 la Game Gear era una consola deseada por muchos, a pesar de ser mucho más grande, pesada y consumir las pilas con mucha más voracidad que la todopoderosa Game Boy. La pantalla en color y algunos complementos como el adaptador para cartuchos de Master System o la antena para transformarla en una tele portátil eran lo suficientemente atractivos para muchos niños como para pedirla por Reyes o como regalo grande de su primera comunión pese a lo flojo que era su catálogo en comparación con la portátil de Nintendo.

Así veis lo GRANDE que era la Game Gear

Sin embargo, alguna que otra joyita sí que podíamos encontrar entre sus exclusividades (muchos juegos eran conversiones casi directas de Master System) y una de las que recuerdo es la versión de Shinobi que apareció para Game Gear. Tras esa poca agraciada portada se escondía un juego de acción de lo más entretenido.

Si la portada ya es fea, esos cuadritos grises no le favorecen demasiado

La principal diferencia con el resto de Shinobis es que olvidábamos el planteamiento arcade de una fase tras otra con boss al final. Nada más apretar start nos dan cuatro fases a elegir. La otra diferencia es que al final de cada fase, al derrotar al enemigo final, rescatamos un ninja, con apariencia similar a la nuestra pero de otro color y habilidades distintas.

Siempre me han gustado los mapas así de pixelados

Como si de un comando de Power Rangers se tratara, cada uno de ellos tenía un arma, un poder y una habilidad distinta. El Ninja Rojo era el ninja inicial, armado con una katana, el rosa lanzaba bombas y era capaz de escalar por paredes y techos, el amarillo disparaba ráfagas de energía y podía caminar sobre las aguas como PC Jesús, el azul tenía un gancho como arma que además le permitía balancearse en puntos concretos y el verde podía ejecutar el clásico doble salto y era el único ninja con estrellas ninja.

Una Ajarequedada hecha videojuego

Una vez rescatados, podíamos cambiar de ninja en cualquier momento desde el menú de pausa. Por ello, había varias formas de superar cada una de las cuatro fases previas a la fase final según los ninjas que hubiéramos rescatado: algo desafiante podía pasar a ser un paseillo con las habilidades adecuadas. Una vez habíamos rescatado al escuadrón multicolor al completo pasábamos a la última fase, un complejo laberinto en el que debíamos exprimir al máximo las habilidades de cada uno de los ninjas de nuestro equipo para al final enfrentarnos al malo maloso y así salir victoriosos, recuperar la gloria del Ninjutsu y que una consola te diga CONGRATULATIONS!

Tanque VS Ninja. Tradición VS Tecnología

Shinobi era de los juegos que más explotaban la rejugabilidad: no importaba que nos lo hubiéramos pasado una vez y listos, sino nos incitaba a volver a probar de completarlo, intercambiando el orden de las fases para así disponer de nuestros aliados de forma distinta, afrontando el reto de forma distinta. Y, por supuesto, eso había que hacerlo de una sentada: ni passwords, ni salvar juego ni nada que se le parezca. Una forma de jugar que ha desaparecido totalmente y es mucho más járcor que todos los Call of Duty Online del mundo juntos.

Aquí vemos al ninja amarillo dándose de hostias con Wonder Woman

Si nos fijamos bien, el planteamiento es muy similar a los juegos de MegaMan, exclusivos de las consolas de Nintendo hasta mediados de los 90, aunque eso no quita que el Shinobi de Game Gear fuera uno de los juegos más entretenidos de la enorme portátil de SEGA y, pese a la coña del encabezado, absolutamente olvidado y absolutamente merecedor de un Retro Amor como éste. Y, joder, que estamos hablando de SEGA en los 90 y eso siempre es HAMOR.

STAY NINJA!!