Retro Amor: Comix Zone

Escrito por en Retro Amor - 12 septiembre, 2011

a
Hay veces en las que la memoria nos engaña y juega malas pasadas. Ocasiones en las que sería mejor no remover los recuerdos y alterar nuestra percepción de la realidad en el proceso. Comix Zone, por desgracia, es uno de esos casos. Tras un argumento que nos cuenta como el pobre Sketch Turner, un dibujante de cómics cualquiera, termina encerrado dentro de su propia obra cuando un rayo alcanza sus viñetas, se oculta algo mucho peor. Algo que yo no recordaba haber sufrido durante mis años mozos, algo que posiblemente mi cerebro había borrado selectivamente… y que ahora ha vuelto con mucha fuerza.

Ese algo es la horrible sensación de que Comix Zone es una puñetera basura. Sí, ya sé que puede sonar exagerado decirlo así de duro en el primer renglón del primer párrafo tras la cabecera, pero es que el juego no hay por donde cogerlo. Me explico poco a poco.

La mecánica del juego no es desconocida para nadie, se trata de un beat em up en dos dimensiones de los de toda la vida, con la salvedad de que los escenarios no tienen profundidad, por lo que no podemos mover a nuestro personaje arriba y abajo, sólo adelante y atrás. Hasta aquí sin problemas. Lo malo viene a la hora de repartir hostias, ya que tan sólo hay un maldito botón de ataque que, pese a permitirnos una buena variedad de combos, se antoja insuficiente para determinados enemigos con demasiada tendencia a cubrirse. Sin embargo, el principal problema del combate no es este, no, es que absolutamente todo lo que hagamos nos quita una cantidad de vida tan considerable como absurda. Realizar el ataque especial, que es lento de cojones y debido a esto normalmente inútil, nos roba un puñado de vida; golpear muros y obstáculos que debemos destruir sí o sí, nos roba vida; romper cajas para recoger los objetos que hay dentro, nos roba vida… De esta forma puede darse el caso, especialmente en el segundo capítulo del juego, que recibamos más daño por estos motivos que por los golpes de los enemigos.

En cualquier caso, este fallo en la mecánica del juego no es sino una piedra más en la mochila del segundo gran defecto de Comix Zone: su absurda dificultad. Entiendo que los videojuegos deben ser desafiantes, pero cuando no tienes continues y la muerte significa volver a empezar desde el principio, ponerte una serie de agujeros que te matan automáticamente me parece un poco excesivo. En el tercer capítulo, de hecho, hay una parte en la que la única salida visible es un agujero en el suelo por el que no hacen más que salir enemigos. Pues bien, si te tiras mueres automáticamente. En su lugar, lo que hay que hacer es estar cerca de dos minutos matando a los bichos que salen del agujero y entonces, sólo entonces, tirarte. Los enemigos situados en posiciones estratégicas para pegarte y hacerte caer por precipicios tampoco ayudan nada a que sobrevivamos la aventura, por cierto.

Esta desmesurada dificultad, por supuesto, también está relacionada con el tercer y último punto negro del juego: la duración. Comix Zone tiene tres capítulos y se puede pasar en menos de media hora si no estás muriendo constantemente debido a la mezquindad del diseño de niveles. Soy consciente de que es un problema habitual en los juegos «de la época», pero es que oye, este salió en 1995, sólo un año antes que Duke Nukem 3D (por poner un glorioso ejemplo). Para compensar esta breve duración, eso sí, el juego tiene la decencia de ofrecer dos finales distintos, cuya única diferencia es que en uno te matan a la chica durante la pelea final y en el otro no. Pelea final que, por cierto, es tan absurdamente sencilla que da rabia que haber llegado a ella sea tan duro.

Por suerte, no todo son malas noticias con Comix Zone, ya que tenemos un rata que nos ayuda accionando palancas y asustando a las enemigos femeninas. Sí, que haya una rata que podamos meter en el inventario es lo mejor del juego. Genial, ¿eh?

La versión de PS3, que es la que he rejugado recientemente, te permite hacer algo que destroza la idea original en cuanto a la dificultad del juego, que es guardar en cualquier momento. De todas formas, os aseguro que aún así es lo suficientemente difícil como para que te entren ganas de liarte a hostias al menos un par de veces con el monitor.

Enséñame menos, cuéntame más

Heavy Rain ha perdido entre 5 y 10 millones de dólares por la segunda mano