De la Objetividad

Escrito por en Artículos - 10 mayo, 2011


Soy un hombre objetivo. Objetivamente objetivo. Y como profesional del mundo de los videojuegos voy a explicaros, punto por punto, cómo se puede ser «casi» tan objetivo como yo, para que podáis fardar ante vuestros conocidos de que vuestras críticas, frente a la masa de opiniones de mierda que hay en internet, son infinitamente mejores que las de los demás, que son tristes criaturas apegadas a un arrogante y estúpido subjetivismo que los hace decir sandeces.

Para empezar a ser un buen profesional de la objetividad, hay que estudiar tres puntos fundamentales: cómo fusilar analizar fuentes, cómo tratar con las Grandes y Felicísimas Compañías de Videojuegos (GFCV en adelante), y finalmente cómo enfocar el análisis de sus creaciones.

Fuentes

Todo buen profesional del sector ha de saber cotejar de forma objetiva y seria (porque somos serios) las noticias que en la inmensa maledicencia de internet se nos presenta. Estas fuentes se dividen en dos grupos. El primero en cuestión es la fuente del Gran Medio. Si quieres ser totalmente objetivo, y que la gente vea cuánta razón tienes, tus puntos de vista tienen que estar calcados inspirados en los de unos medios que, de por sí, ya son la hostia de objetivos. Tomando prestados amablemente infinidad de noticias del mundo videojueguil de estos Grandes Medios te aseguras estar en posesión de la única y verdadera verdad. Porque sólo hay una, está claro. La segunda fuente es cualquier página perdida de la mano de Dios (que sólo hay uno también) que te hayas encontrado buscando nuevos artículos para fusilar inspiración adicional para crear una fuente inagotable de artículos buenísimos y acertadísimos. No hace falta que cotejes las fuentes, eso es para gente preocupada por la subjetividad, que no existe. Tú debes tener un don, porque se nace sabiendo de videojuegos, joder. Con ese olfato anti-fakes que caracteriza al buen profesional, no tienes que fiarte más que de tus sentidos. Como Marca y los fichajes del Madrid. Infalible. Al introducir estas noticias cotejadas por tu sentido arácnido, conseguirás que aumenten de forma dramática las visitas a tu blog/medio/cuarto de baño, síntoma inequívoco de lo objetivo que eres.


Este tío es INFALIBLE. Lo lleva en la mirada.

Grandes y Felicísimas Compañías de Videojuegos (GFCV)

El «howto» del profesional debe, indudablemente, pasar por la ardua tarea de analizar de forma clara, concisa y objetiva la labor de las grandes compañías. Son Grandes porque hacen muchos juegos, y Felicísimas porque manejan una pasta gansa reparten una cantidad ingente de felicidad a lo largo y ancho del mundo. Esto es un hecho (Nota del articulista: Memoriza estas cuatro palabras y repítelas SIEMPRE). Ahora bien, frente a esa manada de perroflautas hippies amantes de lo indie que sólo saben quejarse de la encomiable labor de estas empresas, tú, oh adalid de la objetividad, debes saber ante todo que una GFCV vive por y para sus clientes, los jugones. Olvida aquello de que un buen juego hecho por una pequeña compañía pero lleno de «hamor», como dicen algunos pseudomedios, puede estar a la altura de un Call of Duty. ¿Un coche de 1 millón de euros es mejor que uno de 12.000 euros? Sí. Pues un juego que valga 100 veces lo que vale uno pequeño es 100 veces mejor. Analogía clara y sencilla. Estas compañías, al contrario de lo que algunos nos quieren hacer creer, velan por el buen haber del mundo de los videojuegos invirtiendo masivamente en unas excelentes obras de arte que deberían ser admiradas en el jodido Thyssen. Si un juego ha costado 100 millones de euros, es bueno, muy bueno. Si alguien te dice que Minecraft es mejor que Call of Duty, oblígalo a comprarse un coche de cartón. Que sufra el peso de toda tu objetividad.


Esto es una oreja. Es un hecho.

El análisis

El caballo de batalla de todo buen profesional es el momento del análisis del videojuego. Recuerda que estás en posesión de la verdad. Como tus análisis son objetivos, cualquier punto de vista distinto al tuyo es pura subjetividad. ¿Cómo se han de realizar los análisis? Primeramente, entérate de si es una gran compañía la que realiza el videojuego. En estos casos, la cuestión es sencilla: con tanto dinero apoyando semejante creación titánica, detalla punto por punto las maravillas del juego. Si es un shooter, di que es la revolución del género. Si es un juego de estrategia, di que es la revolución del género. Y así sucesivamente. Los pequeños defectos no importan, un juego así te hace feliz sólo por ser caro. Si el juego analizado no es obra de una gran empresa, crújelo. ¿Por qué? Porque no dan copias gratis ante la ausencia de medios económicos, es evidente que sus defectos pesan el doble. Esto es un hecho.

Como pequeño apéndice a este apartado, debes recordar siempre el dogma de todo buen analista objetivo: todos los juegos retro son la polla. Nunca hay juegos antiguos malos. Todo lo nuevo, aunque tú mismo lo estás poniendo por las nubes, es infinitamente peor que los juegos del pasado. Jet Set Willy, al margen de lo que diga ese pseudoblogger llamado Galious, es un juegazo. Cuando alguien se atreva a criticar juegos con más de 5 años (todo el mundo sabe que 5 años es el margen para lo Retro), reviéntalo. Literalmente. Da igual que jamás los hayas jugado, tu instinto objetivo, tu infalibilidad, te hace saber que son jodidamente buenos. No hace falta jugarlos para saberlo, obviamente.


Gabe. La revolución del género masculino.

Ahora ya estáis listos para ir a repartir objetividad por el mundo, malandrines. No olvidéis que quienes os critican están equivocados. Siempre. Y recordad que, como tenéis el don de la verdad, basta con que critiquéis la subjetividad del otro para hacer ver a todo el mundo lo equivocado que está. Y cuando os acusen de trolls, acudid al viejo mantra: «Rebota rebota y en tu culo explota». Y triunfaréis.

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