Análisis: Mortal Kombat

Escrito por en Análisis - 25 mayo, 2011

Estoy seguro de no ser el único que pensaba en Mortal Kombat como una saga en clara decadencia; tras varios experimentos y títulos mediocres que empañaban la memoria de uno de los clásicos de los juegos de lucha noventeros, ni siquiera un crossover con los superhéroes de DC parecía ser suficiente para sacarlos del pozo. Sin embargo, cada video que aparecía de este nuevo Mortal Kombat aumentaba mis ganas de adquirirlo, y, pese a exponerme a un Fatality! por Hype, lo encargué antes de que saliera a la venta, cosa que es la primerísima vez que hago con un videojuego. ¿Me arrepentiría de ello?

Antes de meternos en el meollo, tengo que aclarar que, pese a no ser un acérrimo de los juegos de lucha, Street Fighter II marcó mi adolescencia, tanto que Street Fighter IV fue el juego que se vino a casa con mi PS3. Ya entonces, Mortal Kombat no me llamaba demasiado la atención: prefería mil veces los carismáticos y estereotipados luchadores de la saga de Capcom que no los protagonistas del juego de Midway que, por muchos gráficos realistas que tuvieran, siempre me parecieron algo cutres: karatekas en chándal, luchadoras sin tetas recién sacadas de una clase de aerobic  y ninjas de colores a lo Parchís (♫Yo soy el ninja verde, ♫yo soy el ninja azul, ♫yo soy el amarillo ♫ ¿y qué ninja eres tú? ♫) con disfraces de un todo a cien. Lo de la sangre y el gore me pareció siempre un reclamo fácil para excitar a la chavalada que nos descojonábamos viendo Braindead: tu madre se ha comido a mi perro y para escandalizar a las viejas, no una mejora sustancial, aunque hay que reconocer que la jugada les salió bien y, si hay una marca de la casa, esa es el exceso de sangre y vísceras.

¡Que nos canten una canción!

Sin embargo, no hace falta llegar a las 8 horas reglamentarias para ver como este nuevo Mortal Kombat le da un zapatazo en los morros a la saga de lucha estrella de Capcom (con abundante sangrado y pérdida de incisivo incluido). Y lo hace nadando un poco a contracorriente; mientras todos los juegos de lucha dan cada vez más prioridad al multijugador online y vemos como la experiencia para un jugador es cada vez más reducida y limitada, Mortal Kombat nos da multitud de cosillas para entretenernos solitos en casa, con nuestros mandos.

¡Mira mamá! ¡Sin manos!

Al imprescindible Torneo, el modo de juego arcade de toda la vida y que podremos disfrutar tanto en solitario como por parejas, y a los ya casi ineludibles tutoriales y entrenamientos, se le añade un Modo Historia, quizás el más entretenido que haya disfrutado en un juego de lucha. A diferencia de lo habitual, donde elegimos un luchador y vamos desarrollando una historia, en este Mortal Kombat manejaremos a la mayoría de personajes disponibles y, combate tras combate, sin experimentos ni cosas raras, iremos desvelando la trama del torneo Mortal Kombat y las aspiraciones de Shao Kahn para fusionar la Tierra y el Mundo Exterior. Trama que, sin ser demasiado original ni tener muchas sorpresas, al menos nos mantiene entretenidos pese al terrible doblaje al castellano, tan aborrecible que me entraron ganas de cambiar el idioma de la consola para no tener que ver como no coincidían las voces con los movimientos de los labios (y no estoy pidiendo una sincronización labial perfecta, es suficiente que las bocas y las voces vayan al mismo tiempo) y por no tener que soportar a alguien poniendo voz de malote sin tenerla…

Con las nenas se nota menos porque llevan máscara.

Y a este modo historia se une la Torre de los Retos, una sucesión de 300 retos, más o menos complicados, también utilizando a la mayoría de personajes, que nos ayudará a profundizar más en el juego, aprendiendo a manejar durante el camino las técnicas especiales, fatalities y demás habilidades de los luchadores. A medida que avancemos en el modo historia, escalemos en la Torre de los Retos y derrotemos a nuestros adversarios en los modos de lucha, obtendremos puntos, monedas, medallas o como queráis llamarlo para canjearlos en la Nekropolis, un escenario lleno de basurilla coleccionable tesorillos desbloqueables como bandas sonoras, artworks, fatalities secretos, códigos que alteran los combates y vestiditos alternativos.

Ni siquiera en Mortal Kombat nos vamos a librar de los sobre-explotados zombies

Solo con estas dos cosas, ya el jugador se siente recompensado y agradecido al recibir algo más que una plataforma para jugar online y una historia que no es más que una cinemática inicial y otra cinemática final con el luchador elegido como protagonista. Pero eso no bastaría si la jugabilidad no está a la altura y, en este caso lo está, y de sobras. Sobre una base 2D de las de toda la vida, Mortal Kombat es de esos juegos fáciles de aprender y difíciles de dominar. Los ataques especiales son sencillos y se repiten bastante entre los luchadores, sin combinaciones engorrosas de joystick con botones o aporreo sistemático, pero la maestría se consigue combinando con eficacia los ataques especiales, cadenas de golpes y combos, y eso no es tarea sencilla (al menos para mí), pero eso no quita que no haya disfrutado como una mula en brazos durante todos los combates a los que he luchado, haya ganado o perdido.

Cyborgs, chicas monstruo y cloacas con ácido. Combinación explosiva

También los personajes han evolucionado bien: el motor Unreal Engine les sienta de puta madre tanto a ellos como a los escenarios. A los chicos les han salido musculitos, a pesar de que Liu Kang y Kung Lao tienen una cara de labriego simpático que tira de espaldas, los ninjas tienen mejor aspecto y a las chicas les han crecido las tetas, aunque siguen utilizando la misma talla de ropa que antaño. A pesar de ser de alma noventera, con esos ninjas, robots y hasta un segurata policía con pistola, la estética de los luchadores se ha adaptado de una forma bastante eficaz a los cánones estéticos actuales. Hay que destacar la aparición de Kratos en la versión de PS3, un personaje que le viene como anillo al dedo a la saga, y la genial adaptación de las armas y habilidades de God of War III como ataques especiales. Además, no voy a negar cierto gustito cada vez que ejecuto un Fatality sobre el espartano.

Ampliando posibilidades jugables: ahora Kratos puede pegar a mujeres

Hablemos ya sobre lo que caracteriza a Mortal Kombat: la casquería. Y en este caso tampoco saldremos defraudados: a pesar que la violencia media de los videojuegos ha subido bastante, Mortal Kombat se mete de lleno en el podio de los videojuegos más sangrientos. Ya no son solo los Fatalities, tan macabros y escabrosos como siempre, sino que se les unen los X-Ray Attacks, esos ataques que todos hemos visto en los videos promocionales en los que vemos a como se estropean los luchadores por dentro y que se podrían definir con un término medio entre espectaculares y asquerosos. Y no nos quedamos ahí: a medida que nos vayamos dando collejas veremos como tanto nuestro personaje como el rival se magullan, se manchan de sangre (propia y ajena) y se desgarran los ropajes de forma estratégicamente pudorosa, no sea cosa que entre evisceración y evisceración se nos cuele algún pezón despistado aunque, y permitidme aquí un pequeño spoiler, en el modo historia podremos ver un culete, de monstruo pero un culete al fin y al cabo.

Eso tiene que escocer

Sobre el modo online, poco puedo decir: me he paseado por ahí un poco para ver que se cocía y me han dejado la cara como un pan. Por lo menos, así como las partidas igualadas tardan un poco en encontrar luchador, podremos crear o unirnos a distintas salas donde ya habrá gente dispuesta a partirnos la cara sin el menor remordimiento y esperando lo menos posible entre combates. Lo único que no me gustó demasiado fue un poco de lag del malo (©GamesAjare) en una de las partidas. Eso y lo de ser brutalmente apalizado, vamos, pero seguiré intentándolo…

La historia se repite… Y eso que esta vez me gusta el juego

En resumen, gracias a esta renovada versión, Mortal Kombat vuelve a la élite de los juegos de lucha y lo hace por méritos propios, por dar al jugador mucho más de lo que solemos recibir últimamente y que, pese a los rumores de DLC, no tendremos en ningún momento la sensación de estar delante de un juego incompleto con ganas de sacar los cuartos al jugador. Señores, cojan el mando y un chubasquero y siéntense para disfrutar del baño de sangre, porque hay Mortal Kombat para rato.

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