Análisis: Dynasty Warriors 7

Escrito por en Análisis - 5 mayo, 2011


Sé que este tipo de juegos le suelen tocar a Galious y que todos queríais que nos deleitase con otro de sus análisis C2C, pero como a un servidor le gusta meter la zarpa en todo y el regalito en cuestión me llegó directamente a mí, os jodéis —él el primero— y me aguantáis a mí. El principal problema de esto, al margen de la evidente ruptura de estilos, es que mi experiencia en el género se limita a un Dynasty Warriors de cuyo número no quiero acordarme, que tuve el dudoso placer de jugar en PC. Perdonad pues mi falta de experiencia en el arte de matar chinos a cascoporro, lo intentaré compensar con una buena dosis de tetas poligonadas, o no.

Taca taca taca taca

Dynasty Warriors 7 consiste básicamente en hacer eso de ahí arriba durante muchas horas, mientras matas miles y miles de chinos, y presencias algunas de las escenas de vídeo más vergonzosas que podéis sufrir en una videoconsola de la presente generación. Como es posible que penséis que estoy exagerando, algo que por otro lado suelo hacer bastante a menudo, me he tomado la molestia de buscaros un buen ejemplo para vuestra gozo y disfrute. Lo único que tenéis que hacer es pasar al minuto doce segundo treinta, y podréis ser testigos de dos cosas: un doblaje absolutamente atroz y una escena de vídeo tan delirante que os darán ganas de poneros a hacer el pino en vuestras casas. ¡Dentro locurón!

Tras el mal trago de ver el vídeo (si no lo has visto para de leer ahora mismo y ponte a verlo), toca continuar hablando de Dynasty Warriors 7. Sobre la jugabilidad lamentablemente no hay mucho más que os pueda contar, ya que el gif resume perfectamente la esencia del juego. No obstante, es interesante y hasta vital diría yo, remarcar que en la mayoría de misiones tendremos que hacer una de esas labores que tanto nos gustan a todos: proteger a un subnormal sin inteligencia artificial ninguna al que le encanta recibir hostias como panes y cuya muerte provoca un game over automático. Este tipo de fases podrían resultar más frustrantes si tuviésemos a un enano dándonos martillazos en los cojones al ritmo de Paquito el Chocolatero, pero por suerte a los programadores no se les ocurrió incluirlo en la caja. Aún así, lo más probable es que si no somos unos dioses de Dynasty Warriors necesitemos bajar la dificultad para preservar la vida de nuestro retrasado señor.

Más allá de lo relatado, la única novedad notable con respecto al único Dynasty Warriors que he jugado en mi vida antes que a este, es que podremos recoger armas que de vez en cuando sueltan los generales enemigos por la cara, y equipárnoslas nosotros. Esto, junto a una especie de árbol de habilidades con cinco habilidades, se supone que le da bastante más variedad al juego. Sólo que no. Cada personaje es especialmente hábil con un tipo concreto de arma, y si queremos aprovechar sus puntos fuertes tenemos que tener esa equipada, por lo que aunque sea gracioso ponerle un abanico al gordo del vídeo, no pasa de ser una simple anécdota sin puñetera gracia.

Taca taca taca taca taca taca taca taca taca taca taca taca taca taca

Hablar de la historia, los personajes o los diálogos de un juego de la saga Dynasty Warriors es prácticamente como hacerlo sobre un Mario Galaxy, pero aún así, y sólo para que os riáis un rato como yo lo hice, os comentaré que hay un malo gordo muy malo —que dependiendo del clan que seas puede estar en tu bando o el otro— cuyo objetivo es conquistar todas las provincias para, atención, crear un mundo lleno de mujeres, vino y comida. Y ya está. Con dos cojones. El buen hombre le dice eso a sus seguidores y ahí que van todos ellos a morir como moscas. «Oye, ¿por qué estamos peleando Patxi?». «Ni idea, Joseba, creo que el jefe quiere poner putas y bares por aquí». «Ah hostia, pues de puta madre, ¡vamos a dejarnos la vida por los burdeles!». Chinos vascos, imaginadlo.

Entre medias de todo este follón (y unos cuantos más, que las campañas dan para bastante) encontramos por supuesto al omnipresente Lu Bu, ese personaje inmortal que da unas hostias como panes y que aparecerá en unas cuantas batallas pa’ dar por culo na’ más. Porque sí, puedes intentar matarlo, pero lo más probable es que si no estás en nivel fácil te reviente la boca a hostias. Y aún así, en el improbable caso de que tras media hora dándole espadazos le consigas quitar toda la barra de vida, lo único que conseguirás es que haga como hacen TODOS los jodidos generales del juego: huir. Así es amigos, en Dynasty Warriors 7, salvo en casos muy contados, todos los personajes huyen. Y Dios sabe que si hay algo que me toca los cojones es que un enemigo me huya tras reventarle la boca. ¡Porque no es justo! Si él me mata tengo que empezar la misión desde el principio y picar a otros quinientos tíos, pero si yo lo mato a él se va corriendo y todos felices. ¡Su puta madre!

Taca taca taca taca

Soy consciente de que este tipo de juegos tienen su público y que estas cosas les gustan, pero que algo te guste más o menos no lo hace mejor. El título que yo jugué hace seis años en PC, que tras una breve investigación he descubierto que se trata de Dynasty Warriors 4: Hyper, ofrecía prácticamente lo mismo que esta séptima entrega. Han tenido que pasar, insisto, seis años, para que la única mejora a todos los niveles sea poder equipar nuevas armas y comprar dos habilidades. Misma jugabilidad, misma inteligencia artificial, mismos escenarios, mismos personajes y hasta unos gráficos bastante similares. Una pena, porque eso de matar miles de chinos es algo con potencial para ser divertido, pero cuando se hace de una manera tan pobre y explotada pierde toda la gracia. Quizás con la octava entrega consigan hacer algo decente… aunque lo dudo.

Retro Amor: Dynamite Cop

Risen 2, más hype