Retro Amor: Heroes of Might & Magic 2

Escrito por en Retro Amor - 1 septiembre, 2010

Empezar a hablar de un juego por el que sientes un respeto pueril nunca es fácil. Para mi, que soy un hombre de cine antes que de videojuegos, es como diseccionar Los Siete Samuráis, Doce Hombres sin Piedad o Blade Runner, una tarea difícil, cansada, y con la que no tengo nada que ganar pero sí mucho que perder. Nada que ganar porque mis recuerdos seguro que no mejorarán tras escribir estas líneas, y mucho que perder porque a lo peor, al llegar al final del artículo, me doy cuenta de que he madurado, y que ese respeto y veneración casi divina que tenía era injustificada. Por suerte en esta ocasión no ha sido así.

A muchos quizás os resulte difícil de creer, pero el día que probé por primera vez Heroes of Might & Magic 2 no dormí. Ni poco, ni mucho, ni nada. Esa noche no pude conciliar el sueño. No recuerdo el día ni el mes exacto, pero sé que fue durante el verano de 1999. Un amigo trajo a casa un «Princo» sin marcar. Como habíamos estado jugando un mes seguido al PC Futbol 5.0 (con esa historia me da para otro artículo de cojones) le pareció buena idea cambiar la temática de forma radical, al tiempo que conservábamos ese maravilloso modo de juego que es el «hotseat» (quítate tú pa’ ponerme yo). A mi, que por aquel entonces debía tener una vigésima parte de los juegos que tengo ahora, probar algo nuevo me pareció una idea excelente. Así que en menos de media hora, mi amigo, al que de ahora en adelante llamaremos Víctor Manuel Rueda Vera para abreviar, su hermano y yo, estábamos jugando a un título que iba a cambiar nuestra forma de ver los videojuegos para siempre.

No me voy a andar con falsas modestias ni mierdas: yo nací para jugar y ganar al HoMM2. Desde que lo instalé en mi modesto Pentium III 500 aquella calurosa tarde de verano (no recuerdo si realmente lo era, pero estamos en Málaga, así que grandes posibilidades hay de que así sea) habré ganado aproximadamente un 90% de las partidas que he jugado. Y esa primera, en la que el anónimo Víctor Manuel Rueda Vera me iba indicando cómo funcionaba el juego no fue una excepción. Por desgracia, y aquí viene el motivo de mi noche insomne, no pudimos terminar la partida aquella tarde. Dieron las nueve de la noche y mi amigo y su hermano se tuvieron que ir a casa. Yo me quedé ahí, sin poder pensar en otra cosa que no fuese mi siguiente turno. Quería destrozarlos a los dos y ganar la partida. Y lo hice. Pero al día siguiente.

Algunos podréis pensar que en «hotseat» el factor estratégico se ve muy mermado por eso de tener a tus oponentes observando todos y cada uno de tus movimientos. Todo lo contrario. Cuando tienes a dos sujetos con ganas de asesinarte y quedarse con tus tierras resoplándote en el cogote tienes que ser más listo, más hábil y más previsor que nunca. No puedes basar tu estrategia en lo que tu oponente no sabe, como es habitual en la mayoría de RTSs, sino en lo que él cree saber de ti y lo que tú estás convencido de saber sobre él… que no siempre es acertado. Sí, ya sé que suena bastante enrevesado, pero es difícil hacerse una idea si nunca se ha probado.

No lo he mencionado, pero el ejercito con el que gané la mayoría de partidas que jugué (incluida la primera) fue Knight, que más tarde sería conocido como «Vida». No pocas veces he leído que son una facción descompensada. Que sus unidades son lentas, poco contundentes, y no sé qué tonterías más. Todo mentira. Heroes of Might & Magic 2 es posiblemente la entrega más equilibrada de la saga. En HoMM3 los ejércitos de muerte suelen ser ampliamente superiores al resto, mientras que los de vida por desgracia sufren el destino contrario. En HoMM4 son los bárbaros los que con un poco de experiencia y habilidad pueden destrozar ejércitos enteros sin necesidad si quiera de tropas. Y de HoMM5 y sus descompensadísimas tropas mejor ni hablo.

De lo que sí voy a hablar es de lo que descubrí unos cuantos años después de agotar el multijugador hasta la extenuación: la campaña. He de decir que nunca me ha gustado jugar sólo a la saga Heroes of Might & Magic y que nunca me he pasado las campañas de la tercera, cuarta y quinta entrega. Pero amigo, las de HoMM2 son totalmente diferentes. En ellas podremos elegir entre dos hermanos enzarzados en una guerra de poder: uno bueno, Roland; y uno malo, Archibald. Cada uno tiene una campaña completamente diferente con un final diametralmente opuesto, por lo que en el fondo dependerá de nosotros elegir con qué final queremos «quedarnos». Parecido a los famosos finales alternativos de Tekken, pero con un argumento bueno y sin un juego de mierda de por medio.

Una de las partes más importantes en un artículo que intenta rendir tributo a una vieja gloria, a mi humilde parecer, es mencionar cómo ha aguantado el paso del tiempo. Y qué queréis que os diga, la jugabilidad de Heroes of Might & Magic 2 es prácticamente idéntica a la de tres, que es muy similar a la del cinco, y que si todo marcha bien será calcada a la del seis. Por lo que en este apartado me resulta imposible no recomendarlo. El otro aspecto que suele preocupar con los juegos antiguos es su apartado gráfico. Porque sí, a nadie le importan… pero todos tenemos un límite. Para algunos estará en los píxeles del tamaño de sandías, para otros en los polígonos de Final Fantasy VII, y para otros pocos, entre los que me incluyo, en los gráficos estilo Atari. Los de HoMM2, en cualquier caso, son sencillamente adorables. No sólo porque los píxeles estén hechos con un mimo que hoy en día se destila más bien poco, sino porque el diseño, tanto de los héroes, como de los castillos y las unidades, es sencillamente genial.

Heroes of Might & Magic 2 fue uno de los grandes a finales de los noventa y lo sigue siendo hoy día. Los años no han pasado por él como lo han hecho por otros títulos y eso se nota. Se nota en que mientras estás jugando la campaña no sólo no piensas eso de «ojalá el juego me dejase hacer X«, sino que te preguntas en voz alta aquello de «¿y por qué X juego moderno no me permitirá hacer esto?«. Se nota, en definitiva, en que divierte, divierte mucho. Así que mi recomendación, tengas la edad que tengas, es que lo juegues. Lo compres si no está en tu estantería. Visites esta web si no tienes ni zorra idea de como jugarlo. Y te diviertas, que es lo importante.

PD: Perdonad el batiburrillo sin sentido que puede haber quedado, pero como he dicho al principio, he escrito el artículo a golpe de recuerdos: sin pensarlo dos veces, tal como venían, sin mucha gracia, y con el corazón. Si lo que queréis es un análisis o datos objetivos sobre el juego mejor id a mirar el enlace de arriba.

Análisis: Cursed Mountain

Análisis: Pro Cycling Manager 2010