El diario veraniego de Galious (I)

Escrito por en Varios - 4 agosto, 2010

Sí, señores, ya estamos de vacaciones. Con tal derroche de tiempo libre y en un estado de semi-rodríguez (este año no me coinciden las vacaciones con mi señora, así que no me voy de viaje) he decidido echar una mano a Andresito con las entradas de relleno de El Píxel Ilustre. Podría hacer como él y copiar las noticias de Meristation o Vidaextra (eso sí, citando a Kotaku como fuente), pero para este verano ya tenía planes, en concreto con todo esto:

Que levante la mano quien no ha dejado un juego “para vacaciones”. Nadie, ¿verdad? Si ya lo comenté en este artículo: mucho juego para tan poco tiempo y ganas y, cuando me he dado cuenta el montón de juegos “para las vacaciones” era gordo de cojones.

Y ya puestos, he decidido daros la tabarra, como si se tratara de un pograma a lo “21 días”, de por dónde van los mis progresos videojuegueros, cuántas cervezas y bolsas de ganchitos devoro durante ese proceso y si al final resulta placentero, divertido o un absoluto coñazo. Repasemos los candidatos:

Mi DS llevaba un tiempo algo apartada, no había ningún juego que llamara mi atención y, ¡tachán! ¡Dos de golpe! Dragon Ball Origins 2, que espero que me perdonéis haberlo analizado sin completarlo, y Dragon Quest IX, juego que llevaba mucho tiempo esperando y no me está decepcionando en absoluto (pronto habrá “Primeras Impresiones”)

La PS3 es la que se lleva la palma en el montón. The Saboteur, pese a haberlo completado tengo ganas de limpiar París de jodidos Nazis, y estoy dudando entre continuar la partida finalizada o iniciar una nueva. Darksiders es un recuerdo de mi viaje a Londres (20 € de nada me costó) y solo le dediqué poco más de una hora; acababa de pasarme God of War III y Dante’s Inferno y, aunque es diferente a estos dos títulos, me apetecía algún otro juego menos cargado de mitología, seres de ultratumba y cosas similares. Uncharted 2 y Bioshock son dos de estos Must Have que no han acabado de engancharme, y los he mandado al montón, esperando al veranito para darles una nueva oportunidad.

He dejado descansar Heavy Rain durante un par de meses, pero sabía que tarde o temprano empezaría una nueva partida ver las opciones que se me pasaron durante la primera partida. Red Dead Redemption es tan bueno como dice John Carca (o más), pero lo he dejado a medias sin ningún motivo. Con el calor tocará reengancharnos a los vaqueros. Con Bayonetta, me quedaron cosas por descubrir, algunas armas y habilidades, y lo dejé pendiente para vacaciones para rejugarlo. Y en, Resonance of Fate, sabéis que todos los JRPG tienen una mazmorra ultra-hardcore que si la superamos, la batalla con el final boss será como un paseo por un prado lleno de margaritas. Pues eso es lo que me queda colgado.

Y la Wii… Super Mario Galaxy y Super Mario Galaxy 2 son un comodín, ese juego al que siempre puedes acudir si tienes media horita sin saber que hacer, pero aún no he completado ninguno de los dos. Broken Sword es la última aventura gráfica que me pareció buena, pero el precio de este Director’s cut para Wii me parecía un robo cuando salió, teniendo en cuenta que el juego es casi idéntico a la versión de PSOne de hace más de 10 años, pero lo encontré por 10 € en un Carrefour (verídico) y caí. El Pikmin 2 está todavía sin estrenar y espero que me divierta tanto como lo hizo el primero, al que descubrí directamente gracias a los “New Play Control”. Y para acabar, Fire Emblem: Radiant Dawn, saga que desconocía y que me está gustando. Quizás una batalla cada día sería un ritmo cojonudo.

Todo esto me espera para este veranito. Voy a por la primera cerveza y os cuento en unos días cómo va esto. Animo a los lectores a contribuir en los comentarios con sus propios “Diarios veraniegos”, que seguro no soy el único que aprovecha las vacaciones jugando en lugar de ir a la playa o a la piscina.

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