Retro Amor: Honoo no Doukyuuji: Dodge Danpei

Escrito por en Retro Amor - 26 julio, 2010

Honoo no Doukyuuji: Dodge Danpei, más conocida en España como «La Bola de Dan», fue una gloriosa serie de animación japonesa de los años noventa en la que un renacuajo con el pelo a lo Vegeta se dedicaba a pegarle pelotazos a la gente, en lo que en mi tierra se conoce como «un mate». Pero de mate nada, el deporte que practicaban estos jóvenes guerreros era «balón prisionero», una brutal modalidad del popular juego infantil en la que hacían falta armaduras para no terminar en urgencias… y en la que para practicar se usaban tirachinas gigantes. Sí, tirachinas gigantes emplazados en valles ocultos.

Con esta breve presentación de la serie, que posiblemente muchos de vosotros hayáis visto e incluso coleccionado los cromos (yo todavía los tengo en su cajita), le damos el trasfondo justo y necesario a este excelente título que lamentablemente no pudimos disfrutar en Super Nintendo. Porque como es lógico el cartucho nunca llegó a tierras españolas, y no fue hasta unos diez años después de su salida en 1992 que un servidor (y otros tantos frikazos peceros de aquel entonces) lo pudo disfrutar con la inestimable ayuda de las nuevas tecnologías que todos conocemos. Así, con un Pentium 333Mhz y un par de mandos chusqueros del Pryca, llegaron mis primeros vicios. Vicios que, aunque no lo creáis, se prolongarían hasta el día de hoy.

El motivo de esta larga línea temporal de vicios indiscriminados, con bastantes baches eso sí, es su sencillo y divertido esquema jugable, que recuerda hasta cierto punto al de los típicos SRPGs. Es decir, sigue la estructura básica de: escena de historia, batalla, escena de historia, batalla… sustituyendo los combates con arcos y espadas por peleas a balonazo limpio. No hace falta ser un lumbreras para intuir que el juego está íntegramente en japonés, por lo que todos los segmentos de historia no sólo te los puedes pasar rápido sino que además debes hacerlo. Lo que hasta cierto punto estoy seguro supone un plus importante en mi percepción general del juego, ya que a juzgar por los contrincantes a los que te enfrentas el argumento debe ser de traca. Aún más que el de la serie quiero decir.

Por suerte, la jugabilidad durante los partidos de balón prisionero dista mucho de la que podemos ver en los famosos cartuchos de Oliver y Benji para la misma plataforma. Aquí no hay turnos, ni elecciones estilo Final Fantasy en mitad del partido, ni chorradas de ningún tipo. En los partidos de Honoo no Doukyuuji: Dodge Danpei sólo hay diez niñatos de mierda enfundados en armaduras de plástico duro pegándose unos pelotazos de cojones. Y cuando digo de cojones es de cojones. Al principio, cuando todavía eres una nenaza de pelo teñido y permites que Ángela (la simpática amiga de Dan) juegue en tu equipo, no puedes hacer tiros especiales. Pero a medida que el juego avanza y entrenas con el tirachinas gigante (suena a coña, lo sé), aprenderás a hacer el tiro de fuego, que nos vendrá de perlas para derribar a las estrellas de los equipos contrarios, que por norma general atraparán todos nuestros lanzamientos.

Ray Senda, Hugo Fénix, Arturo Luka o Ricky (sólo Ricky, que para eso era el malote de la serie) son sólo algunos de los personajes especiales de la serie a los que podremos enfrentarnos en el juego. Todos ellos tienen sus ataques especiales y todo ellos son rematadamente difíciles de derribar, pero la sensación cuando les revientas la boca de un pelotazo es de lo más satisfactoria. Especialmente en el caso de Hugo, al que siempre le tuve mucha tirria y que en el juego se enfrenta a ti en unas cuantas ocasiones. El lanzamiento especial, por cierto, en un alarde de simplicidad y buen gusto para los que no tenemos ni idea de japonés, se hace con un sólo botón.

El resto de los controles, siguiendo con la simplicidad establecida por el tiro especial, son igualmente sencillos. Tenemos un botón de pase, un botón de salto, un botón de tiro, un botón para cambiar nuestro objetivo (que parpadeará) y un botón para cambiar de jugador. Aunque si pulsamos este último mientras tenemos la pelota en nuestro poder, la IA pasará a controlar al personaje y tirará automáticamente, algo que definitivamente no queremos. En defensa todo es igual de intuitivo: si apretamos el botón de disparo justo cuando nos llega la pelota la cogeremos al vuelo, mientras que si le damos al de salto esquivaremos y si pulsamos el pase nos agacharemos (bastante poco efectivo). Pulsar start nos permitirá ver nuestra alineación en perfecto japonés, algo súper útil.

Ahora bien, mientras que el modo historia era (y es) divertido, donde Honoo no Doukyuuji: Dodge Danpei brilla con luz propia es en su multijugador 1 Vs 1. En esta gloriosa modalidad de juego podremos elegir los equipos que queramos desde el principio y manejar a nuestros personajes de la serie preferidos con el único fin de llenar de moratones a nuestro amigo. Algo que en su día hice mucho, y que como he dicho, aún practico de vez en cuando. Además, a no ser que haya un cierto grado de maestría en los controles, los partidos son relativamente cortos, por lo que los vicios esporádicos de no más de diez minutos son una opción de lo más recomendable. Así que mi consejo, ya para terminar, es que si todo este retro amor no te ha sonado a chino y sabes de qué serie estoy hablando, te agencies el juego cuanto antes (algo que no debería ser muy complicado). Eso sí, ten cuidado porque también salieron versiones para NES y Megadrive, y la que tú quieres es la de Super Nintendo.

Aquí dejo, para los indecisos, un vídeo con «gameplay» de la versión de Super Nintendo.

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