Fin de generación

Escrito por en Artículos - 26 mayo, 2010

FINGENERACION

Es ley de vida por mucho que nos duela el asistir cada un determinado número de años a la muerte, por así llamarlo, de nuestra consola. Aunque el término de fin de ciclo o fin de generación es subjetivo para los usuarios, ya que al fin y al cabo son los que eligen si quieren dar el salto o no. Lo cierto es que la mayoría de las veces no nos da tiempo de probar todos los títulos interesantes que surgen durante una generación, motivo por el cual no corre prisa por apresurarse a gastar el dinero en algo que seguramente bajará sustancialmente de precio después de un año, y con suerte, presentará un modelo más pequeño y fiable.

El tiempo nos obliga a modernizarnos, a estar a la última, a disfrutar de la nueva consola con gráficos ultra-realistas y las últimas gaitas jugables. Un desembolso que se hace habitual y que el usuario sabe que va a tener que llevar a cabo cada cierto tiempo, a veces menos –Dreamcast- o a veces más –PS2-, y por mucho que nos resistamos a tomar la decisión y a seguir aferrados a la máquina que tan buenos momentos nos ha dado en los últimos años, finalmente caemos rendidos ante las sinuosas curvas de su sucesora.

Es todo un arte esto del cambio de ciclo. Está claro que las compañías han de ser cautelosas y saber cuando ha llegado el momento de tomar el relevo. Un paso mal dado puede acarrear importantes pérdidas, en cambio, una política que te adelante a la competencia al mismo tiempo que ofreces algo novedoso como hizo Nintendo puede suponer unos cuantos kilómetros de ventaja. No siempre la consola que aparece más tarde tiene porque ser la mejor técnicamente, y aunque la evolución de la tecnología sigue esa norma, tenemos ejemplos como el de Xbox 360, que aún apareciendo con antelación a la negrita de Sony, poco o nada tiene que envidiar técnicamente a esta. Queda claro que la actuación de la compañía puede marcar los pasos de ese producto durante su ciclo de vida, y precipitarse con una tecnología que aún está en pañales puede ser desastroso.

JUMPIN

Saltaré cuando quiera, ¿no?

Tenemos un ejemplo en este próximo E3, sin duda un espectacular escaparate con apariciones de nuevas portátiles, que casi siempre hacen las veces de inauguradoras del ciclo. Nintendo apostará por una nueva consola con tecnología 3D de la que se sabe poco y se ha rumoreado mucho. Malas lenguas hablan de una PSP2, bastante bruta técnicamente y con características táctiles y demás historias. Dudo que Sony haya aprendido del batacazo, pero ya veremos como acaba la cosa. Wii muestra ciertos síntomas de vejez, y lo cierto es que ofreciendo lo que ofrece es envidiable lo que ha logrado como consola, y es aquí dónde me surge otra duda: ¿Qué es lo que marca el final y el inicio de una nueva generación?.

Pueden ser los gráficos, las prestaciones, los nuevos servicios, la manera de jugar, diversos aspectos. Hasta el momento el cambio generacional siempre ha venido marcado por un salto gráfico cualitativo por el que vale la pena pagar, a pesar de que en esta última generación ha sido menos marcado que por ejemplo que el que se dio de Nintendo 64 a Game Cube o PSX a PS2 por citar ejemplos. Pensar otra cosa es de locos, o eso decían los que vieron como Wii se presentaba en el mercado con una máquina no demasiado por encima de lo que ofrecía su anterior producto. Pero tenían un as bajo la manga. La nueva manera de jugar nos dividió en dos grupos, los que pensábamos que ese tipo de cambio también podía marcar el inicio de un nuevo ciclo y los que no.

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The real Nintendo 3DS

Ambas posturas son igual de respetables, pero si algo me queda claro es que en un futuro, además de unos gráficos que algún día, inevitablemente tocarán techo, hay que ofrecer frescura y nuevos incentivos. Detección de movimientos, Natal, Move, la implementación del 3D, realidad virtual. La carrera no tiene fin, y sólo el más osado o el más listo de la clase sabrá cuando comenzar la nueva generación, por mucho que Sony se empeñe en que son ellos los que marcan el comienzo. Mientras, a disfrutar de las joyas que aún están por caer y a meter mano a las ofertas de juegos que se nos van quedando atrás. Si algo me ha dicho el tiempo es que un cambio de consola no siempre te va a dar más satisfacciones que las que obtenías anteriormente, así que a disfrutar, y que le den por saco a la rumorología sobre las nuevas máquinas.

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