Top 10: Atari 2600

Que no se diga que en el Pixel no amamos lo retro. Aunque seamos unas putillas next-gen también tenemos nuestro coranzocito rebosante de gratos recuerdos pixelados. Cuando era un criajo y en mi casa entró una Atari 2600 clónica los Masters del Universo y los G.I. Joe quedaron relegados a un segundo plano. No había nada más fascinante que surfear en la memoria de aquel aparato rebuscando entre cientos de juegos el que realmente nos mantuviese entretenidos. Es difícil hacer una selección de los que más me gustaban, pero vamos a ponernos manos a la obra para obsequiar con un pequeño homenaje a aquellos clasicazos.

10 – Frogger

A estas alturas creo que sobra hablar de Frogger y de sus cuarentamil clones. Recuerdo que en esta consola también había uno similar pero con una gallina, que seguía la misma mecánica y era igual de entretenido, pero nada como el Frogger. La jodida rana diseñada de mala manera debía llegar al otro extremo superando malvados obstáculos, fácil y divertido a partes iguales.

9 – Parachute

Parachute era un paradigma, uno de esos juegos incomprendidos en la Atari. Tenía a mí entender, una de las mejores melodías creadas en esa jodida máquina, y el gameplay era sencillo pero llamativo. Descenderíamos en un paracaídas -de ahí su nombre- evitando pájaros y otros objetos voladores no identificados hasta llegar a unas construcciones custodiadas por un soldado. He enviado cartas a cuarto milenio para intentar averiguar que hay que hacer una vez llegados a ese punto, ya que se produce un bucle espacio-tiempo y nuestro avatar es transportado de nuevo al comienzo de esa pantalla. Grandes misterios de grandes juegos.

El susodicho bucle

8 – Defender II

Debo decir que me moló más esta secuela, donde a los mandos de nuestra aguerrida nave podríamos recorrer el scroll hacia izquierda o derecha elimininando toda amenaza viviente y rescatando «algo» que a día de hoy aún no se que es. ¿Alienígenas?, ¿Humanoides?, bueno, que mas da, era divertido ir consiguiendo puntos mientras rastreábamos el mapa siguiendo esta mecánica.

7 – Circus Atari

Pepinazo donde los haya, con un gameplay de ensueño. Teníamos que manejar una especie de trampolín donde a cada extremo habría un equilibrista -viva la imaginación-, el objetivo era ir rebotando a estos individuos con el trampolín mientras lo movíamos por la pantalla para que el sujeto cayese en los extremos. Teníamos que ir acumulando puntos al destruir los bloques situados en la pantalla superior. Algo así como un Alleway pero más cabrón.

6 – Berzerk

Llegamos a un clásico. Ya desde su portada podemos intuir que Berzerk es HAMOR. Controlaríamos a una especie de héroe especial cuyo objetivo es aniquilar a todos las abominaciones extraterrestres que pululan por la pantalla. A medida que avanzábamos éstos se volvían más cerdos, iban disparando, se movían y su afán por aniquilarnos aumentadaba exponencialmente. Un juego que pudo servir de influencia a grandes como Smash TV.

5 – Donkey Kong

Otro que tampoco necesita presentación. Aunque la versión para Atari 2600 fuera un tanto cutrosa comparada con el original, lo cierto es que la diversión seguía intacta y era un juego jodidamente adictivo. Ya sabéis de que iba el tema, ascender evitando los barriles hasta rescatar a la pánfila de la princesa, con píxeles como piedras amenizando el paisaje.

4 – Spider Fighter

Trepidante y sin pausa, este juegazo de Activision era una de esas interesantes evoluciones del Space Invaders/Galaxian en donde los enemigos se movían a una gran velocidad. Cuando destruíamos a una especie de huevo/objeto místico, los enemigos se transformaban en arañas hostiles y con capacidad de moverse a la velocidad de la luz. Al eliminarlas comenzaríamos una nueva pantalla y vuelta a empezar. Era un reto a tener en cuenta, que en sus niveles más avanzados conseguía desquiciar a cualquiera.

3 – Atlantis

Juego inquietante  en el que debíamos proteger a la mismísima Atlántida del ataque de unos desalmados que querían acabar con su civilización. Para evitar el genocidio dispondríamos de tres torretas con las que disparar a los enemigos. Según la dirección que pulsáramos activaríamos una u otra, si no presionábamos ninguna disparábamos con la del centro. Atlantis tiene algo especial, la minimalista recreación de algo tan etéreo a base de tres píxeles bien puestos.

2 – Keystone Kapers

Entretenimiento puro. Nuestro objetivo era dar caza a un ladrón antes de que llegase a la planta superior del edificio. A medida que superábamos niveles irían apareciendo nuevos elementos que nos dificultarían la tarea. Nuestro policía tenía la capacidad de saltar y agacharse, movimientos vitales para no morder el polvo antes de que el caco escapase. En la parte inferior de la pantalla se mostraba un mapa que nos indicaba la situación del delincuente. Una joyaza hamijos míos.

1 – Pitfall

Tachán! Seguro que no es una sorpresa ver a este juegazo  -también de activision- en lo más alto de mi top particular. Lo bueno de Pitfall radicaba en la variedad de situaciones que nos encontraríamos tras cada pantalla, lo cual rompía muchos tópicos sobre la monotonía que estos cartuchos ofrecían. Además contaba con un apartado decente para la época que dejaba en bragas a sus competidores. Clásico entre los clásicos, el abuelete de Nathan Drake.

Aquí termino el repaso de los juegos que más horas me mantenían pegado al ortopédico joystick de aquella misteriorsa caja negra clónica, que engendraba en su interior una cantidad ingente de aventuras construídas con colores chillones y efectos de sonido paranormales. La sencillez era una virtud, y la diversión el principal objetivo.

Y hablando de consolas clónicas y demás esperpentos, estad atentos a EPI porque próximamente podréis leer más sobre este asunto.