Jurassic Park fue todo un hito en el cine, se cuenta que encontraron la mezcla perfecta: Spielgberg + Dinosaurios = $$. Y desde que se anunció la película, hordas de merchandising ya nos acosaban vía McDonald y demases. Una película con estas características tenía todas las papeletas para tener videojuegos chachis y molones en la época de los 16 bits. Así que todo sistema posible de la época tuvo su videojuego.

Retro Amor: Jurassic Park

Escrito por en Retro Amor - 17 octubre, 2008


Jurassic Park fue todo un hito en el cine, se cuenta que encontraron la mezcla perfecta: Spielgberg + Dinosaurios = $$. Y desde que se anunció la película, hordas de merchandising ya nos acosaban vía McDonald y demases. Una película con estas características tenía todas las papeletas para tener videojuegos chachis y molones en la época de los 16 bits. Así que todo sistema posible de la época tuvo su videojuego.

Todo el mundo recordará al excelente juego de Mega Drive y Super Nintendo, un juego bastante oscuro con unos gráficos de exteriores realizados estupendamente. Pero no os voy a hablar de este juego, os voy a hablar de la entrega que apareció en la Master System. Lejos de ser un port cutre de Mega Drive, SEGA nos trajo un juego completamente original. Haz un viaje al pasado junto a nosotros y vuelve a la Dinosauriomania.

Esta entrega de la película es especial para mi por varias razones: fue el último juego que me compré para Master System II antes de aventurarme a conseguir una Mega Drive, es de los pocos juegos que aún conservo de mi época de 8 bits y porque no aparece el niño tocapelotas de la película. Dios nos salve de él. Jurassic Park destaca por otro montón de razones, pero lo que le hace muy especial es la jugabilidad que posee.

Nuestro protagonista es el Dr Alant Grant, experto en paleontología, paleólogo de hobby y aventurero contratado a tiempo parcial. Un hombre que dispone de un largo número de acciones para enfrentarse a los malditos dinosaurios que se pongan en su camino. La habilidad con la que contaremos en multitud de ocasiones será la de colgarnos a cualquier tipo de techo, a lo Spiderman pero con más carisma. Es el movimiento que nos salvará en más de una ocasión de peligros como saurios cabreados, gotas de agua malignas o los típicos pinchos. Si hablamos de armamento, el doctor no va mal parado ya que disponemos de tres tipos de armas para elegir.

La historia nos mete en la piel de nuestro partículas héroe y su misión de capturar a dinosaurios que están creando el caos en este particular parque temático. El juego se divide en 5 fases diferentes en las que tenemos que enfrentarnos a una isla llena de dinosaurios con ganas de aguarnos la fiesta. En un principio solo podremos elegir cuatro de estas localizaciones que están estructuradas según el jefe final de la fase (Velociraptor, Brachiosaurio, Triceratop y Pterodon), pero después de completarlas podremos acceder a la pantalla final en la que nos enfrentaremos al gran Tiranosaurio Rex.

La estructura del juego es algo que siempre me ha parecido bastante molona, ya que cada fase esta dividida en tres secciones. En primer lugar tenemos que avanzar hacia la parte de la isla dónde vayamos mediante nuestro coche. En el camino encontraremos multitud de bichejos extinguidos que quieren que nos detengamos. Al más puro estilo shooter, tendremos que disparar mediante una mirilla a todos los saurios que van apareciendo en la pantalla, y sí, son muchos. Después de acribillarlos a todos, aparecerá un mini-boss al que tendremos que disparar un cierto número de veces para que no golpee a nuestro coche.

Los invitados a la fiesta van desde pterodactilos a megalosaurios con ganas de fiesta. Decir que cada nuevo trayecto que hagamos será más difícil que el anterior, y aunque parezca una fase bonus, ni mucho menos, ya que nuestra muerte esta asegurada con cualquier despiste nuestro. Una duda que siempre atormentaba mi cabeza es… ¿cómo disparaba el prota desde fuera del coche si además también lo conducía? Supongo, o espero, que fuera algún colega suyo con kilos de diazepam en vena.

La segunda parte de las fases es un plataformas de lo más duro. Multitud de obstáculos de todo tipo aparecen en esta parte de las fases dónde un error… y ¡ZAS! en toda la boca del dinosaurio acabaremos. Realmente esta parte puede ser bastante dificultosa con multitud de trampas y objetos que no son lo que parecen. Siempre hay algún dinosaurio sorpresa que aparece para machacarte un poco el cuerpo y si el animal tiene suerte, acabar con tu vida. Debemos evitar que esto ocurra demasiado puesto que aunque hay bastantes objetos que dan vitalidad dentro del juego, el ritmo con el que perdemos vidas es, en ocasiones, muy alto. Una vez superado estos dos obstáculos, nos queda el enfrentamiento final contra el jefe de turno que suele algo jodido. Cada vez que me acuesto, temo tener pesadillas al pensar en el maldito Triceratops lanzándonos hierba y matándonos con ella. Hijo de fruta.

Los gráficos del juego son bastante buenos para la época y consola de la que hablamos, suponiendo uno de los juegos de la consola que lucen mejor. Además, la variedad de enemigos y diferentes efectos que aparecen durante el juego también es numeroso, lo que nos lleva a un juego bastante bonito estéticamente hablando. Dinosaurios a cantidubi y una música bastante carismática en lineas generales, destacando la fiesta pastillera que ocurre en los enfrentamientos finales.

Es un juego bastante atractivo para cualquier poseedor de la mítica consola de SEGA. No es especialmente largo, pero las misiones se nos harán costosas. La rejugabilidad del juego cae en las ganas que tengamos de jugar una y otra vez las mismas cosas, que en mi infancia eran muchas y actualmente son más bien escasas. Pero nunca esta de mal volver al pasado y disfrutar de un juego que me dio grandes ratos de placer que han sido sustituidos por Jenna Haze, juegos más actuales.

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